Las buenas formas, el “buen rollito” zapateril, se han perdido en el útimo tramo de campaña. Pedro Sánchez tenía la certeza de que le estaban buscando las vueltas, y cuando en el debate light del pasado lunes Madina dijo que si era secretario general propondría que ningún miembro de un partido político formara parte de los consejos de bancos o cajas, tuvo la convicción de que más pronto que tarde aparecería la noticia de que había formado parte de la Asamblea de Cajamadrid.
No le preocupó: las leyes de cajas recogían que en sus consejos y asambleas debían estar representados los partidos y sindicatos entre otras entidades públicas. Y él había sido designado por el PSOE miembro de la asamblea, sin ningún poder de decisión, por ser concejal del ayuntamiento de Madrid. Pero el veneno se había introducido en la lucha por la secretaría general.
Este domingo el PSOE tendrá nuevo secretario general. Deberá ser ratificado por el congreso extraordinario que se celebre el último fin de semana de este mes, pero si hace pocas semanas distintos dirigentes socialistas advertían que el congreso no tenía por qué revalidar la elección de los militantes si el secretario general elegido no contaba con una clara diferencia de votos respecto al segundo en discordia, o la abstención era exageradamente alta, ahora sin embargo nadie mantiene esa postura. El elegido por la militancia será el nuevo secretario general del PSOE, el sustituto de Rubalcaba.
ESCASO CONTENIDO
Al ser extraordinario, el congreso solo debe elegir la nueva ejecutiva, ni siquiera se presentarán ponencias para discutir. El debate por tanto se centrará en como articulará su equipo el nuevo responsable del partido y si convoca primarias en noviembre como estaba previsto y si Madina y Sánchez piensan presentarse candidatos a la presidencia del gobierno. Madina ya ha anunciado que si no es elegido secretario general no se presentará a las primarias, y el morbo está en saber si está decidido a presentarse en el caso de ser secretario general.
Pedro Sánchez por su parte lleva meses anunciando su disposición a presentarse a las primarias; de hecho no tenía proyectado apuntar a la secretaría general hasta que Rubalcaba convocó el congreso extraordinario y anunció que no repetiría como candidato. Por tanto, si logra ser elegido secretario general es probable que aspire también al cartel de las elecciones generales … con permiso de Carmen Chacón, que renunció a presentarse candidata a la secretaría general del PSOE pero en principio tiene en mente presentarse a las primarias.
El tercero en discordia, José Antonio Pérez Tapias, no por ser tercero está totalmente descartado como posible ganador. En el debate – más bien presentación de proyectos- de los tres candidatos se defendió con la firmeza y seguridad propias de quien sabe que parte con desventaja, apostó por un giro a la izquierda, se autodescartó como candidato a la presidencial gobierno y defendió con elegancia sus posiciones. El profesor de Filosofía de la universidad de Granada hizo un gran papel, su problema es que no representa al PSOE sino a una corriente del PSOE, Izquierda Socialista, en franco retroceso.
TENSION MADINA-SÁNCHEZ
A pesar de sus constantes declaraciones públicas de afecto al contrario, con el paso de los días han aparecido los primeros síntomas de roces entre Pedro Sánchez y Eduardo Madina. En el debate que no fue debate ya se lanzaron algunas indirectas que demostraban que sus relaciones no son tan estrechas como pretenden hacer creer cuando aseguran que no son adversarios sino compañeros de un mismo partido.
Y en los últimos días se han afilado los cuchillos cuando se ha filtrado a los medios de comunicación que Pedro Sánchez fue miembro de la Asamblea de Cajamadrid en tiempos de Blesa –no consejero, que es bien distinto- y desde las filas de Sánchez se acusó a Madina de estar detrás de la filtración. Madina lo ha negado y asegura que no sabía que hubiera formado parte de esa asamblea. Sin embardo en el entorno de Sánchez es evidente el malestar, ya que consideran que difundir esa noticia a tres días de las votaciones tenía el fin de dañar la candidatura de Pedro Sánchez insinuando además de forma insidiosa que su pertenencia a la asamblea coincidía en el tiempo con algunas de las operaciones más polémicas realizadas por el equipo de dirección del entonces presidente Miguel Blesa.
En el equipo de Eduardo Madina fueron visibles las muestras de preocupación tras la presentación de avales. Pedro Sánchez logró más del doble que el secretario general del grupo parlamentario socialista del Congreso, y Pérez Tapias consiguió pasar el corte, lo que significaba que Madina tendría dificultades para sumar suficientes votos de izquierda como para vencer a Sánchez, con un mensaje más centrado. Sin embargo el debate celebrado en la sede del partido les ha levantado el ánimo. La exposición de Madina fue brillante, el candidato recorre las agrupaciones con mejor respuesta que la que había tenido en las primeras semanas de campaña, y piensan sus seguidores que está en condiciones de ganar. . También lo piensan quienes apoyan y ayudan a un Pedro Sánchez que se ha convertido en la revelación del PSOE. Habla bien, fue el primero en dar importancia a la militancia al iniciar en otoño un recorrido por las diferentes provincias, y ahora echa el resto en carretera pidiendo el voto para convertirse en secretario general.
También Madina se ha echado a la carretera, los dos suman miles de kilómetros a sus espaldas, más los trayectos en tren y avión. Pocos, porque cuestan dinero y lo pagan de su bolsillo. Un puñado de voluntarios les apoyan y ayudan en la medida de sus posibilidades.
Los resultados se conocerán hoy domingo en torno a las 9 de la noche, y está previsto ofrecer los datos del recuento en tiempo real. Se trata de una ocasión histórica: por primera vez los militantes eligen candidato a la secretaría general. La persona que deberá hacer un esfuerzo ímprobo para recomponer un partido que se desangra y en el que hay recelos generacionales y, entre los jóvenes, una lucha soterrada por hacerse con el poder.
