Cuando las encuestas coinciden en las tendencias es que las tendencias revelan las preocupaciones de los ciudadanos y una de las principales, en el caso de los españoles, es sus políticos en los que confían menos que la mayoría de los europeos. Pero es que nuestros conciudadanos tampoco confían en los bancos. Y no es de extrañar. Son los mismos que concedieron hipotecas por encima del valor de los pisos, los que instan los desahucios de gente que pagó religiosamente la hipoteca hasta que quedaron en paro porque sus empresas no recibieron créditos, y los que engatusan con productos de ingeniería financiera. Si unos y otros quieren recuperar el aprecio popular no tienen que hacer más que cumplir bien con sus funciones. Y no engañar, ni mentir.
