Opinión

FILIBUSTERISMO

Existen muchas formas de hacer filibusterismo parlamentario. La más habitual es ponerse a hablar desde el escaño hasta que el cuerpo obligue a sentarse o a abandonar el escaño. La actitud del senador republicano Rand Paul, que habló durante trece horas para evitar el nombramiento de John Brennan como director de la CIA, tiene muchos precedentes e incluso ha habido quien ha doblado su tiempo. Pero hay otras formas de boicotear un pleno -municipal en este caso-: ponerse a tejer punto de cruz, como ha hecho una edil del PP para protestar porque un dirigente socialista onubense mandó a hacer eso a la ministra de Empleo. Es lo que se denomina filibusterismo cañí.

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