Opinión

Horarios

Un reciente reportaje se preguntaba “Si puedes hacer el trabajo en cinco horas, ¿por qué estar ocho?”, para demostrar lo absurdo del presentismo en el trabajo, de calentar la silla sin hacer nada. Pero hay otra respuesta más que evidente: si se realiza el trabajo de ocho horas en cinco, el jefe, lejos de dejar salir, se las ingeniará para aumentar la carga de trabajo con el argumento de que para eso paga, de tal forma que el trabajador no conciliará su vida laboral y familiar y lejos de poder aplicar la máxima del minimalismo de “menos es más”, trabajará más por lo mismo o menos. Porque en esto radica el problema de los horarios y la conciliación, que son los propios empresarios quienes no acaban de entender los réditos del bienestar de sus trabajadores. 

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