Si existe un territorio de impunidad donde la justicia no ha logrado entrar, ese es un campo de fútbol. Los aficionados suelen acudir a la frase fútbol es fútbol para justificar todas la tropelías que se cometen en nombre del balón. Los resultados en el fútbol pueden están dictados por la suerte pero no pueden estarlo por la injusticia.
En otros deportes -ojo de halcón- se han introducido normas para corregir las apreciaciones arbitrales erróneas. Thierry Henry jugó al baloncesto en el área de Irlanda y ganó. Entre la arbitrariedad y la justicia, o la emoción y la justicia, la elección debe ser clara. Porque cualquier día las víctimas podemos ser nosotros.
