Opinión

INSULTOS

La política española ha recorrido la pendiente de la descalificación entre adversarios y se desliza por la del insulto a todo lo que se mueva. Los argumentos han dejado paso a otras retóricas más posmodernas sobre conductas y actitudes. Pero siendo deleznables los insultos sobre los otros, insoportables son los insultos a nosotros: Y aunque la mona se vista de seda Unió Mallorquina se queda; los directivos de empresas en crisis y con despidos se suben el 20%; el Gobierno no se respeta a sí mismo y decide a tontas y a locas como si la crisis fuera a ser eterna. Esos son insultos a la inteligencia de los ciudadanos. Los peores.

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