Opinión

IRREPARABLE

Si unas muertes son sonadas otras son silenciosas. Como la del marroquí Tohuami Hamdaoui, un preso común muerto tras una huelga de hambre de cinco meses en la que ha pedido la revisión de su condena a 16 años por agresión sexual y robo. Un fracaso de la Justicia: ya no podrá determinar si el reo era realmente culpable. Se ha llegado a una situación irreparable en un asunto que no está relacionado tanto con la presunción de inocencia como con la voluntad de defenderla. Y cuando un preso llega hasta las últimas consecuencias, quizá pueda tener algo de razón. Desde el Derecho Romano está establecido que es preferible liberar a un culpable que condenar a un inocente.

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