Opinión

Palabras huecas...

Soplan vientos de parálisis, debates estériles, oratoria sin salsa, propuestas con efecto somnífero. Los plenos de Verín son espejo de una crisis sin fondo que mueve el pasado y agita el futuro pero arrincona el presente. El diálogo olvida a un Verín en el que brota el vacío desolador de la nada. Las palabras se pierden en el absurdo. Los políticos acaban midiéndose. Nacen ‘trofeos’ al más ‘gallito’ (al que rebate más) y al más gallego (la campaña del uso del idioma también acapara minutos de las sesiones).


El alboroto y el sin sentido tapa la evidencia: el escaso pulso inversor, la falta de imaginación, de arranque, la fuerza y, por qué no, la panacea para llegar al cielo si hace falta en búsqueda de ‘estrellitas’ para dar y regalar (como dice la canción). Como en la vida misma, chocar varias veces con la misma piedra es lo más fácil.


Basta dejarse llevar por la espiral que conduce a ninguna parte. Pero la piedra es traicionera, siempre se vuelve en contra, acaba clavando su puñalada trapera. Si el rumbo del municipio gira equivocado seguirá a la deriva si más empuje que un tiempo valioso perdido...





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