Opinión

LOS JUEVES, MILAGRO

El sainete de la vicepresidenta del gobierno el miércoles pasado profetizando audazmente que con su enérgica reforma de la administración pública va a ahorrar 37.700 millones de euros, me ha encantado. No veía nada tan divertido en una pantalla desde 'La escopeta nacional'. Si revisan el video fíjense bien en sus manos, parecen las de Juan Tamariz en medio de un truco.


La administración nos cuesta 10.000 euros al año a cada ciudadano. Puesto que somos 47 millones, la cosa sale en 470.000 millones de euros al año. Supongo que la contundente cifra de 37.700 que va a recortar la irreductible Soraya Sáenz de Santamaría (todos los políticos deberían tener nombres así de largos, para evitar que los articulistas pensemos más) se debe a que por fin nuestros congresistas y senadores han decidido renunciar a la tarjetita-taxi, esa que les permite viajar gratis en coche por Madrid. No sé.


Los políticos aunque ellos sigan sin darse cuenta empiezan a ser culpables de todo, incluso del mal tiempo. Yo creo sinceramente que la culpa de los ciclones que hubo este invierno en Galicia la tuvieron Rubalcaba y Rajoy. No me pregunten cómo lo sé. No puedo explicarlo. Es una corazonada y yo siempre sigo a mi corazón, desoyendo un bonito proverbio malgache que dice 'No sigas a tu corazón, así se portan los gatos monteses'.


Pero es que los ciudadanos seguimos sin ver ningún acto de contricción o asunción de responsabilidades de nuestros representantes. Y es porque no lo hay. Mucho menos medidas inteligentes, generosas y eficaces que tiendan a remediar la situación cada vez peor de los más desfavorecidos.


El periodista David Jiménez es autor de un artículo del 2012, famoso en internet, titulado 'El triunfo de los mediocres'. En dicho artículo exponía la tesis (hoy en día ya aceptada por todos) de que somos un país mediocre. Como yo mismo escribí algo parecido en esta columna el pasado febrero titulado 'Los idiotas de la clase', me permito reproducir un párrafo del magnífico artículo de David aquí. Si quieren ustedes leerlo entero, pueden hacerlo en su blog:


'Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente. Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones sin importar lo que hagan. Porque son de los nuestros. Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.'


O sea que los españoles que llegamos a creernos Nadal, Gasol, Iniesta o Del Bosque, en realidad seguimos siendo una película de Berlanga: 'Los jueves, milagro'.

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