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Inspiración natural en Lobeira

photo_camera Un grupo de alumnos dibuja unas fl ores, una de las prácticas del safari de ayer por Senderiz (Foto: Xesús Fariñas)

La Serra do Xurés, la capilla de Senderiz, Castro Leboreiro o el día a día de los habitantes de Lobeira protagonizan las ilustraciones de 15 de dibujantes gallegos

La aldea de Senderiz (Lobeira), donde tiene su sede la Asociación Cultural Sende, ha sido el lugar escogido para la celebración de "Bosquexo", un festival gallego en el que 15 dibujantes conviven durante siete días retratando diferentes paisajes, objetos y seres vivos al natural. "Teníamos ganas de desarrollar un proyecto de este tipo y, cuando conocimos Senderiz y el proyecto de la asociación, no dudamos de que era el lugar idóneo", comenta Miguel Porto, ilustrador y organizador del evento que, superado el ecuador del maratón, asegura que "sin duda repetiremos experiencia y lugar".

Artistas, educadores, ilustradores o fotógrafos comparten estos días casa y despacho al aire libre en Senderiz. Libreta en mano, han participado en diferentes pruebas y retos para plasmar lo mejor de uno mismo sobre el papel. "Los ilustradores pasamos mucho tiempo solos delante del ordenador y es divertido convivir y trabajar con otras personas que están como tu", reconoce Marina Seoane, presidenta de la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración y una alumna más en el safari que ayer se desarrolló por el pueblo para retratar animales y plantas.

La actividad contó con la dirección y recomendaciones de Enrique Flores, conocido ilustrador nacioanl e invitado de estrella de esta primera edición, que no dejó pasar la oportunidad de combinar las charlas magistrales con el retrato gráfico de la arquitectura popular gallega. "El secreto está en buscarle un adjetivo al objeto que vais a retratar", desvelaba.

Un lugar para vivir y crear

Entre los alumnos de este primer taller de ilustración se coló Edo Sadikovic. Un joven croata que, junto con la ourensana María Rodríguez, capitanea la Asociación Sende que persigue crear un espacio para vivir y trabajar en este idílico pueblo enclavado en la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés. Educación, cooperación, paz o viajar son algunos de los vocablos que una y otra vez repiten al definir el proyecto de "coworking-coliving" que han puesto en marcha para empresarios, asociaciones, artistas o educadores en tres antiguas viviendas de piedra rehabilitadas.

Sin apenas hacer ruido pero con muchas ganas de trabajar, desembarcaron en Senderiz en octubre de 2013. "Los vecinos nos acogieron encantados pero no entendían de que íbamos a vivir si aquí no había trabajo", explica María Rodríquez, que reconoce que no ha sido hasta este verano cuando, con la llegada de los primeros grupos de trabajo, han visto el resultado de tantas horas navegando por la red. Y es que, desde julio, la asociación ha albergado cinco programas y 90 participantes españoles, de Croacia, Grecia, Alemania o Portugal. "Agradécese ver xente nova polo pobo. É unha alegría", asegura Otilia Martínez, una de las 24 personas que residen habitualmente en el lugar.

La primera edición de Bosquexo se despedirá mañana de Senderiz. No sin antes rendir un pequeño homenaje a los vecinos que tan generosamente les han acogido y mismo posado para sus prácticas. "Haremos un mural con sus retratos", desveló Porto.

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