La villa de San Rosendo albergó un encuentro al que concurrieron 90 familiares de toda Galicia
Santalices de Vilanova dos Infantes, Celanova y Bande, pero también de Ourense, A Coruña, Vigo o Pontevedra se congregaron ayer en la villa de San Rosendo para participar en una divertida jornada de cofraternización familiar. "Ha sido un día precioso que terminará, para algunos, con la participación en la procesión pagana de la Ramallosa que algún Santalices aún no conoce", explicaba Miguel Ángel Santalices, vicepresidente del Parlamento gallego y presidente del comité organizador de la tercera "xuntanza" familia.
La jornada fue, en palabras de los participantes, la más emotiva por desarrollarse en la cuna de la familia, Vilanova dos Infantes, y también la más numerosa al alcanzar la cifra de 90 personas entre familia directa y cónyuges. La iglesia conventual de San Salvador fue el lugar de reunión y el punto de partida para las celebraciones que arrancaron a las once de la mañana con misa presidida por el párroco César Iglesias, seguido de un concierto de órgano en el Coro Alto, acompañado de los gaiteiros hermanos Castro. "La música tiene mucho significado en la familia", enfatizó Miguel Ángel Santalices, tras recordar "a Faustino de Bande, el hermano de mi abuelo Ildefonso, que fue un músico extraordinario". Y precisamente algunas de las piezas de Faustino protagonizaron la sobremesa musical tras la comida en el restaurante de Ansemil.
Las visitas a la capilla de San Miguel y Vilanova dos Infantes con su torre del Homenaje, la Virgen del Cristal y el cementerio parroquial, completaron el programa de la numerosa comitiva, que reunió hasta cuatro generaciones de Santalices.
Sin decir adiós a las celebraciones, los Santalices ya debatían ayer la sede de la siguiente reunión que, si no hay cambios, será por tierras de Pontevedra.
