La derogación de un decreto europeo ha llevado a que no haya que realizar más actuaciones oficiales de control
El Concello de Celanova, a través de la empresa Agronerga, ha llevado a cabo estos días el tercer y, de momento, último tratamiento contra el picudo rojo (rhynchophorus ferrugineus). Un insecto originario de las regiones tropicales de sureste asiático y Polinesia, que el año pasado se detectó en una de las tres palmeras que presiden los Xardíns de Curros.
El tratamiento, que ha actuado en varias zonas de la palmera para evitar su destrucción, "parece que ha dado buenos resultados", reconocía el regidor celanovés, José Luis Ferro, quien nada más ser conocedor de la existencia de esta especie invasora, puso en marcha el protocolo autorizado por la Xunta.
La villa de San Rosendo es uno de los 47 municipios gallegos donde se ha detectado la presencia de esta especie invasora, siendo Pontevedra la provincia más afectada (40 concellos), seguido de Ourense con cinco (además de Celanova están O Carballiño, Castrelo de Miño, Entrimo y Ribadavia) y dos en A Coruña.
Pese al daño sobre las especies locales, desde la Consellería do Medio Rural confirmaban que el pasado mes de marzo se derogó , a nivel europeo, el decreto que contemplaba medidas de emergencia para evitar la introducción y propagación en la comunidad del picudo rojo. Esto quiere decir que deja de ser un organismo regulado en el territorio de la Unión Europea y que ya no hay que realizar actuaciones oficiales de control contra esta plaga, quedando como una especie exótica invasora.
