El AVE gallego: de 2010 a 2018 y sin garantías plenas

Por tanto, los vigueses irán a Ourense por Santiago, dando un largo rodeo, o con los trenes híbridos actuales por el Miño, dentro de seis años, siguiendo rumbo a Madrid. En la actualidad, el viaje se ha reducido ya a seis horas gracias a la utilización de los trenes híbridos. En total, la línea gallega, desde Olmedo (en las cercanías de Medina del Campo) hasta Ourense, supone una inversión de unos 6.000 millones de euros, gestado con enorme lentitud y profusión de fechas. Estas son las principales, hasta ahora.

2010. Fue la primera que se comenzó a barajar por el Gobierno en 2003, cuando el Consejo de Ministro presidido por Aznar decidio aprobar el Plan Galicia y conectar el Eje Atlántico Vigo-Santiago-Coruña con una red de alta velocidad a Madrid. El Eje Atlántico tendría que estar listo en 2007, pero no se completará hasta 2013 entre Vigo y Santiago. A principios de 2004, la Xunta logró que Fomento aceptara estudiar la construcción de un ramal desde Ourense a Vigo directo por Cerdedo.

2012. Ya con José Luis Rodríguez Zapatero en el Gobierno, el Plan Galicia pasó al olvido tras una contestación en clave escatológica de Magdalena Álvarez. De forma evidente, el ritmo de construcción quedó ralentizado y todo se concentró entre Ourense y Santiago. No obstante, la ministra aseguró que en 2012 toda la red estaría terminada. Por su parte, Abel Caballero se presentó a las elecciones de 2007 con el compromiso de que el AVE llegaria a Vigo directo en 2012. Se hizo un par de fotos en Madrid e incluso Zapatero y la ministra ratificaron los plazos en Vigo.

2015. Esta vez al frente de Fomento estaba José Blanco, todavía con Zapatero de presidente. Blanco fue consciente de que no sería posible cumplir el compromiso y optó por involucrar a la Xunta en un acuerdo, el Pacto do Obradoiro, por el que ambas administraciones sellaban la paz a cambio de que el Gobierno incluyera un cronograma claro de inversiones y adjudicaciones. En esta ocasión sí aparecía el AVE Vigo-Ourense por Cerdedo, aunque Blanco se limitó a ganar tiempo encargando un proyecto complementario no constructivo que añadió más espera.

La Xunta prontó comenzó a constatar que se estaba incumpliendo el ritmo de licitaciones y colocó la fecha real de llegada del AVE en 2018. José Blanco lo negó, pero con menor entusiasmo.

2018. Con el PP en Madrid y Ana Pastor al frente, el AVE a Galicia volvía a la primera plana. Feijóo reclamó que esta obra fuera considerada un proyecto de Estado, blindado, frente a los ataques desde Cataluña en contra de una inversión tan importante. Finalmente, Rajoy aprovechó la cita anual de Soutomaior para asegurar que con el BOE en la mano, el AVE estará terminado en su totalidad en 2018. Núñez Feijóo se mostró conforme, Pastor también y la oposición considera que se trata de un anuncio electoral y sin credibilidad. No bostante, los expertos creen que si el proyecto se blinda manteniendo la inversión 2018 es una fecha posible. Serán en todo caso, 26 años después del AVE Madrid-Sevilla y ocho más tarde de las primeras previsiones.

TIEMPOS. El proyecto en ejecución está en marcha entre Lubián y Porto, en Ourense, donde se ha iniciado la mitad del trayecto. Lo más importante que queda es entre Sanabria y Ourense, en obras hasta 2015.

Al ritmo actual, en el verano de 2013 se podrá inaugurar el tramo Olmedo-Zamora y se eliminará la inversión de marcha en Medina de Campo. De esta forma se ganarán 40 minutos. Por tanto, en un año el viaje de Vigo a Madrid quedará en 5 horas y 15 minutos, mejor que por carretera.

En el verano de 2015, siempre que todo marche bien, se pondría en circulación otra parte hasta Sanabria y se ganarían así 40 minutos más, quedando el trayecto en 4 horas y 45 minutos.

Por fin, en 2018, el viaje Coruña-Madrid será de 2 horas y 45 minutos. De Vigo a Madrid, tres horas y 10 minutos, por Santiago o el Miño. Cerdedo, sin fecha real. n