"Fernando Debas logró colocar el nombre de Verín en lo más alto del termalismo"

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photo_camera Juan Antonio Fernández Rivero, ayer a su llegada a Verín.

Juan Antonio Fernández Rivero es coleccionista e historiador de fotografía y hablará en una conferencia sobre el primer propietario del balneario de Caldeliñas

El grupo de gobierno verinense ha marcado, como claro objetivo, recuperar el orgullo que en su día el pueblo sintió por la riqueza acuífera del municipio. Hoy se inaugura el ciclo de conferencias "Termalismo de Verín, as súas orixes", y lo hace con una charla (Biblioteca, 19,30 horas) de un coleccionista-historiador de fotografía, conocedor del primer propietario del balneario de Caldeliñas.

Lo primero que se me ocurre preguntar es cómo un licenciado en Económicas acaba teniendo más de 50.000 fotografías inéditas.

Perdona que te corrija, pero vamos, mi mujer y yo, por las 53.000, la mayoría corresponden al siglo XIX, aunque tenemos varias de los primeros años del XX. Siempre nos gustó la fotografía histórica, comencé coleccionado como trabajador de la banca, y una vez jubilado, evidentemente, he tenido mucho más tiempo para continuar con mi pasión. 

Un malagueño es el español que más sabe de un francés fotógrafo de Alfonso XII y que acabó siendo propietario del balneario de Caldeliñas. Le ruego que nos lo explique. 

Soy un gran aficionado a la fotografía, es evidente. Y Fernando Debas ha sido el fotógrafo más relevante en el país a finales del XIX y principios del XX. Su estudio en Madrid era el más lujoso y el que albergaba a los mejores clientes de aquella época. Se codeaba con la alta nobleza y aristocracia de entonces. Ser el fotógrafo del Rey era el no va más en la carrera de cualquiera que se dedicase a esta profesión. Muy poca gente conocía a este hombre, me tropecé con él un poco por casualidad y acabé llevando su obra a una ponencia en un congreso.

¿Cómo cree que este intrépido pudo entrar en contacto con el termalismo y con Verín?

Debas era francés y, evidentemente, en nuestro país vecino la cultura termal por aquel entonces estaba ya mucho más asentada. Quiero pensar que algún amigo que en aquel tiempo veraneaba en Galicia, por mis archivos puedo constastar que esta tierra ya era elegida para salir de la capital, le puso en contacto con Caldeliñas y acabó haciéndose con el.

Y el motivo de la compra, ¿cuál considera que pudo ser?

Evidentemente, hablo un poco desde la suposición, pero no me cabe duda de que este hombre vivió el esplendor de los balnearios en la etapa finisecular y en los primeros años del siglo XX, antes del estallido de la I Guerra Mundial. Traspasó su estudio en el año 1902 y murió 12 años después. Creo que  vislumbró un poco el ocaso de su actividad, del cierre de un ciclo, y decidió forjarse una jubilación adquiriendo un balneario con toda la fortuna que había amasado con su estudio fotográfico.

No solo adquirió Caldeliñas sino que también compró el manantial de Sousas.

¡Y se gastó muchísimo dinero en publicidad en los diarios madrileños de finales de siglo y comienzos del XX! Tuvo el acierto de comprar las dos cosas y la publicidad fue una de sus poderosas armas para colocar al balneario de Caldeliñas entre los grandes balnearios de España de la época. Llegó a construir un hotel y arrastró a buena parte de la nobleza hasta la villa. Colocó el nombre de Verín en lo más alto del termalismo de entonces. 

¿Y la razón para acabar la instalación en ruinas?

Pues, que este hombre no tuvo descendencia. Su gran tragedia fue no tener hijos, y por entonces las viudas no se ocupaban de los negocios de sus maridos cuando morían.

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