LIMPIEZA

Los alcaldes piden amparo legal a la Xunta para acabar con la maleza

20170712185420515_result
photo_camera La maleza campa a sus anchas en terrenos cercanos a los núcleos de población en la provincia.

La Administración autonómica pone a disposición de los concellos 11 millones de euros anuales para ayudar con el desbroce

El abandono de los terrenos del rural, ante los incumplimientos ciudadanos en las obligaciones legales de mantener limpias sus propiedades, es una preocupación "compartida" tanto por la Xunta como por los alcaldes, aunque difieren en el uso de recursos que se emplean. La legislación establece perímetros de 50 metros sin maleza en el entorno de núcleos habitados, que no se cumple en una gran parte de casos, a lo que no ayuda la falta de definición de responsabilidades. 

La Xunta reivindica su compromiso pero destaca la competencia "compartida" entre los propietarios y los concellos, estos de manera subsidiaria, para mantener en condiciones la vegetación en las franjas próximas a núcleos habitados. Mientras, los alcaldes manifiestan sus "dificultades presupuestarias" para hacer frente al pago de los medios materiales y los recursos humanos con que deben desarrollar las tareas que se les encomiendan. Pese a todo, la Administración autonómica destaca que mantiene ayudas de 11 millones de euros por año desde el jercicio de 2016 para facilitar estas labores, pero a los concellos no les parece suficiente. 

La provincia de Ourense cuenta con un 80% de superficie forestal, lo que supone el 21% de toda Galicia, y es la provincia más castigada por los incendios forestales. Para su prevención, los alcaldes se muestran "indefensos" ya que, afirman, solo pueden intervenir contra la maleza descontrolada con avisos a Medio Rural a partir de denuncias de los vecinos, por falta de "amparo legal" y de recursos humanos para hacer "desbroces forzosos" en fincas privadas. 
El alcalde de Coles, Manuel Rodríguez, pide que "fagan o que teñen que facer" porque, señala, "non temos mecanismos de actuación para obrigar aos veciños a cumprir a lei". Señala que "eles teñen os medios materiais, humanos e capacidade xurídica para actuar". Destaca que, por ejemplo, a la hora de limpiar una finca a la fuerza "non temos capacidade executiva de emitir cobros", por lo que pide el respaldo de la Administración. 

La Xunta insiste, sin embargo, en el "esforzo importante" que hace a través de los convenios de colaboración, en los que  se establece que además de formar parte del operativo autonómico realizando actuaciones de defensa y extinción, las brigadas municipales deberán llevar a cabo trabajos de prevención. 

Los ayuntamientos aseguran que lo hacen. En Pereiro, el teniente de alcalde, Manuel Doval, afirma que mantienen tractores "todo o ano" para la limpieza, en Amoeiro ya empezaron en abril, pero, dicen, "non é suficiente". El alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane, dice que "temos ata 1.500 terreos afectados pola Lei e non damos abasto. Se foran maioría os que limpasen, poderíamos, pero ao pasar o contrario, é imposible". Y añade: "Hai que ter dúas persoas para desbrozar os camiños que son públicos, máis de 200 km, polo que cremos que as administracións deberían mandar persoal", concluye Seoane.

La limpieza de la maleza, un tema de controversia

La limpieza de los terrenos forestales ha sido un tema de controversia política entre las diferentes administraciones en algunas ocasiones. En las  elecciones municipales de 2011 hubo declaraciones cruzadas y el entonces conselleiro de Medio Rural, Tomás Fernández Couto, achacó la falta de cuidados a "intereses políticos". En 2014, la Xunta anunciaba que comenzaría a denunciar "sistemáticamente" a propietarios de terrenos que no limpiasen la biomasa vegetal de los perímetros de viviendas y pedía a los concellos que recurrieran a "fórmulas colaborativas" para afrontar la falta de recursos, como son las mancomunidades.

Así, los concellos de  Coles, Vilamarín, A Peroxa o Amoeiro formaron la Mancomunidad de Santa Águeda y llevan varios períodos utilizando la contratación conjunta de brigadistas para los desbroces. Pese a ello, el alcalde de A Peroxa no cree que se haya solucionado pues señala como "máis grave aínda" el creciente abandono de fincas a causa los destrozos de los  jabalíes. "Teño estado con familias que o perderon todo, urxe buscar solucións". 

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