ENTREVISTA

Cantó: "El mundo político es más cainita y bestia que el de los actores"

Toni Cantó
photo_camera Toni Cantó llega mañana al Teatro Principal de Ourense.

Toni Cantó (Valencia, 1965), que llega mañana a Ourense con la obra "Linda vista", compagina su faceta interpretativa con su puesto de diputado por Ciudadanos en el Congreso. El Teatro Principal de la ciudad acogerá mañana, a partir de las 20,00 horas, la historia de Wheeler (Toni), un hombre que se enfrenta a la crisis de los 50.

Un wasap en la pantalla advierte: "Estoy votando, salgo en 10 minutos". Poco más tarde, ya por teléfono, se explica: "Me has pillado antes votando en el Congreso, disculpa". Toni Cantó (Valencia, 1965), que llega mañana a Ourense con la obra "Linda vista", compagina su faceta interpretativa con su puesto de diputado por Ciudadanos en el Congreso. El Teatro Principal de la ciudad acogerá mañana, a partir de las 20,00 horas, la historia de Wheeler (Toni), un hombre que se enfrenta a la crisis de los 50.

El estreno nacional de "Linda vista" es en Ourense, ¿nervios?

En el ensayo general que hemos hecho con público, la respuesta ha sido extraordinaria. Uno se pone un poquito nervioso siempre, pero yo voy muy confiado porque creo que tenemos un texto magnífico y tengo a mi lado a unos compañeros que son un auténtico lujo.

¿Con qué se va a encontrar el público?

Con un texto de uno de los que, para mí, es de los mejores dramaturgos contemporáneos, el autor de "Agosto", que luego pasó al cine con Julia Roberts y Meryl Streep. El texto habla de lo que le ocurre a un hombre cuando está en los 50 y se ve casi más cerca del final que del principio. Pero también hay humor, es una comedia muy divertida que habla de las dificultades que tiene el hombre para relacionarse con las mujeres.

Usted tiene 53 años, ¿se siente identificado?

Sí, absolutamente. Yo creo que, por desgracia, a todos nos llega un momento en el que somos conscientes de la degradación física, de los efectos de la gravedad. Luego está la capacidad que cada uno tenemos para lidiar con todas esas cosas. A mí me gusta mucho la forma en la que lo hace el protagonista, con verborrea cínica y mucho sentido del humor.

¿Cómo compagina su carrera de actor con su faceta política?

En primer lugar, porque legalmente está permitido, y en segundo lugar porque el teatro se hace mayoritariamente en fines de semana, que es mi tiempo libre. En Madrid estrenamos en enero, que es un mes en el que no hay plenos en el Congreso. Pero yo necesito compaginarlo por salud mental. Lo mío es, además, una actividad chiquitita y muy localizada, y es mi vocación.

¿Merece la pena que su carrera política le quite tiempo?

Sí, me estoy dedicando a una actividad que me apasiona. Siempre me ha gustado mucho la política y estar en estos momentos en el centro de donde se hace un pedacito de historia de este país, donde ha acabado el reinado del bipartidismo, donde luchamos contra la corrupción... Para mí ser uno de los que está ahí dentro es un privilegio enorme. 

Algunos de sus comentarios han levantado mucha polémica...

Soy consciente de que soy provocador pero también soy consciente de los problemas que hay en muchos lugares de España para poder estudiar en español, o en las administraciones para poder comunicarse con las administraciones en español, o en vasco, o en gallego. Yo deseo que en cualquier lugar de España alguien se pueda relacionar con quien quiera en cualquiera de las lenguas cooficiales, creo que cae de cajón. Es un derecho que no se cumple en todos los lugares.

¿Las críticas son más feroces en el Congreso que en el escenario?

Sí, el mundo político, por desgracia, hoy en día es bastante más cainita y más bestia que el de los actores. Un crítico te puede hacer una crítica pero muy pocas veces verás que te falte personalmente y en política eso sucede a menudo. Incluso que se usen mentiras para atacarte, algo que a mí me sucede bastante. 

¿Se ha prestado a más selfis con fans por actor o por político?

La verdad es que van juntas. Hay mucha gente que me encuentro en un ámbito o en otro que me hablan de la otra. En teatro me encuentro a gente que me felicita por mi trabajo pero me dice "eh, por cierto" y me habla de política. Y en un acto político se acerca para recordarme un trabajo de actor. La gente ha asimilado las dos facetas con facilidad.

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