PATRIMONIO ARTÍSTICO

Claustro de San Francisco, el gran descubrimiento

Ourense. 01-04-2015. Rueda de prensa del candidato del PP a la alcaldía, Jesús Vazquez Abad. Silvia Montoto.
photo_camera Alberto Nóvoa, conserje y guía del Claustro, al lado de San Pedro.

Este conjunto, que pudo abrir estos festivos, ofrece a los visitantes un espacio único, cuyos secretos y detalles descubre el guía Alberto Nóvoa, que contagia su amor por el Claustro. 

Arte, patrimonio, mitología, religión e historia. De todo se puede encontrar el visitante del Claustro de San Francisco si decide hacer un recorrido relajado, con tiempo y con Alberto Nóvoa como guía. Eso le permitirá no sólo conocer fechas, estilos y acontecimientos, que en cualquier caso puede encontrar en libros y folletos, sino descubrir los detalles más pequeños, las historias más secretas, y las aportaciones más contemporáneas que encierran las piedras de este Claustro, perteneciente al período de 1325 y 1350 y compuesto por 76 columnas dobles, excepto las cuatro últimas, que son únicas.

Tras más de diez años cerrado al público, el Concello consiguió abrirlo de nuevo en 2013 y desde entonces ha recibido más de 17.235 visitas. El Claustro es un regalo para los cinco sentidos, pero conviene pasearlo escuchando a Alberto Nóvoa, que logra contagiar la pasión por el espacio. Una imagen de San Pedro es la encargada de recibir a los visitantes, aunque sin rostro, "se supone que tenía el pelo rizado y barba", explica Nóvoa, y será el mismo Santiago Apóstol el que despida la visita.

"Los capiteles son lo que más le gusta a la gente", indica el guía, quien deja claro desde el principio que "el tema principal de todo el Claustro es la oración contra la tentación" y añade que "la representación femenina es en su mayor parte a través de las figuras de arpías".

No hay un capitel que sea igual a otro, "no se repite ni un sólo motivo", explica el guía y señala que "son tres los temas fundamentales sobre los que se sustenta: los vegetales; los animales, que pueden ser domésticos, exóticos o mitológicos, y los seres humanos".

Este claustro era la zona más preciada del convento para reflexionar y meditar. Del convento franciscano ya no queda nada. También fue cuartel del regimiento de Infantería de Zamora, desde 1943 a 1987 y colegio de teología y filosofía. Ese sería el muy breve resumen de la interesante introducción que Alberto Nóvoa realiza a los turistas, en una historia donde no falta el asesinato, un obispo maligno, una lucha de poder, un paso de Napoleón o una capilla depósito de cadáveres.

Pero ante la historia, los visitantes han modernizado algunos de los motivos, hallando similitudes con todo tipo de personajes; así es posible encontrar a Shrek, Shakira, el inventor del "me gusta", un teletubbie, y hasta la "vieja el visillo". "La gente tiene mucho sentido del humor", indica el guía, "pero espero que no se queden con la anécdota".

Lo que tiene claro Nóvoa es que "no hay una verdad absoluta en nada, y aquí sirven todas las interpretaciones posibles, y eso es lo bonito. Unos ven una cosa y otros, otra". Durante el tiempo que permaneció cerrado sólo hubo que lamentar la rotura de las vidrieras, "pero no se hicieron pintadas, ni se destruyó nada más". Los visitantes disfrutan de este espacio gratuito, "los que vienen de fuera suelen preguntar por la entrada", señala Nóvoa, que encierra historias de muchos siglos que quieren ser contadas, aunque seguro que habrá secretos que sólo las piedras conocen.

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