La que fuera delegada de Xustiza hace 12 años con el PP, Cristina Fernández Rodríguez, de 46 años, aceptó ayer una pena de 10 meses de prisión y 57 días de trabajos en beneficio de la comunidad por tres delitos: maltrato en el ámbito familiar (agredió a su exmarido), resistencia a agentes de la autoridad y lesiones.
Además, la jueza del Penal 1 le prohíbe acercarse a menos de 100 metros del domicilio o lugar de trabajo del que fuera su esposo, el abogado Ramón Pérez, así como comunicarse con él por cualquier medio o procedimiento por espacio de tres años. La pena de prisión queda suspendida en el plazo de tres años siempre y cuando no vuelva a delinquir.
Los hechos por los que acudió ayer al Pazo de Xustiza ocurrieron el 1 de agosto de 2012 cuando a las 17,00 horas llamó al despacho de su exmarido en la calle Bedoya para reprocharle diversas cuestiones relativas a la pensión de sus hijos. Media hora después se personó en el bufete del padre de sus hijos, en compañía de éstos, continuando a gritos la conversación. Según consta en el escrito de acusación, tiró al suelo a su excónyuge en donde le dio patadas (recibió una asistencia médica) y le cogió las llaves, un ratón del ordenador y el móvil .
La escena subió de tono cuando la Policía Local, alertada por los vecinos ante el escándalo organizado en el inmueble, le pidió que se identificara y no sólo no lo hizo sino que los intentó agredir. En el momento en el que la conducían a comisaría en calidad de detenida, pero sin grilletes ante la presencia de sus hijos menores y su madre en el lugar, empujó violentamente a uno de los policías por las escaleras, agente que estuvo de baja 180 días debido a las lesiones que sufrió. Precisamente estos dos delitos (resistencia a la autoridad y lesiones) son los que más pena le acarrean: seis meses y cuatro de prisión, respectivamente.
Los hechos por los que acudió ayer al Pazo de Xustiza ocurrieron el 1 de agosto de 2012 cuando a las 17,00 horas llamó al despacho de su exmarido en la calle Bedoya para reprocharle diversas cuestiones relativas a la pensión de sus hijos. Media hora después se personó en el bufete del padre de sus hijos, en compañía de éstos, continuando a gritos la conversación. Según consta en el escrito de acusación, tiró al suelo a su excónyuge en donde le dio patadas (recibió una asistencia médica) y le cogió las llaves, un ratón del ordenador y el móvil .
La escena subió de tono cuando la Policía Local, alertada por los vecinos ante el escándalo organizado en el inmueble, le pidió que se identificara y no sólo no lo hizo sino que los intentó agredir. En el momento en el que la conducían a comisaría en calidad de detenida, pero sin grilletes ante la presencia de sus hijos menores y su madre en el lugar, empujó violentamente a uno de los policías por las escaleras, agente que estuvo de baja 180 días debido a las lesiones que sufrió. Precisamente estos dos delitos (resistencia a la autoridad y lesiones) son los que más pena le acarrean: seis meses y cuatro de prisión, respectivamente.
