CRÓNICA

La emigración, explicada en las escuelas por sus protagonistas

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photo_camera Dorinda Cid y Pilar Tesouro, de Venezuela y Ginebra, explican su experiencia.

El programa "Fálame da emigración", de Afundación, llegó ayer al IES As Lagoas, donde 24 alumnos mantuvieron un intenso encuentro con siete emigrantes ourensanos de distintos países 

No saber el idioma es, al principio, una desventaja que con el tiempo se convierte en un beneficio. Lo mismo ocurre con la adaptación a otras culturas o con el miedo a la no aceptación. Esas fueron sólo algunas de las conclusiones a las que llegaron los 24 estudiantes de primero de ESO del IES As Lagoas que ayer participaron en el programa de Afundación "Fálame da emigración", mediante el cual pudieron conocer y sentir las experiencias de la emigración vividas por siete voluntarios ourensanos que se vieron obligados a iniciar una nueva vida en Alemania, Venezuela, Suiza y Francia.

Divididos en cuatro grupos de trabajo, los estudiantes compartieron su tiempo con Ana Pérez, Corona Paz, Dorinda Cid, Elvira Sabucedo, Francisco Fernández, Marco Isidro Rocha y Pilar Tesouro, siete emigrantes ourensanos que les acercaron anécdotas, alegrías y momentos difíciles, vividos en distintos idiomas y diferentes países, y además, en un tiempo en el que "sólo podían hablar con sus familias por cartas y de vez en cuando por teléfono. No había internet, ni móviles", explicaron los portavoces de los grupos de trabajo.

Las preguntas a las que, entre todos, buscaron respuestas fueron las causas de la emigración, el balance entre las cosas positivas y negativas, conocer por qué en Galicia hubo emigración y diferencias con otras migraciones. Los jóvenes estudiantes escucharon atentamente las vivencias de los mayores y muchos de ellos aportaron también su propia historia familiar, trabajo previo que tuvieron que desarrollar como primera parte de esta actividad.

"Viajaban en trenes con asientos de madera, hacían los trabajos más duros y la gente no emigraba por placer, sino por necesidad", explicaban los menores mientras los mayores asentían con la cabeza y con una gran sonrisa en el rostro.

Una de las palabras más repetidas durante la actividad por parte de estos emigrantes fue "respeto": "El que nos mostraron cuando llegamos", y también "respeto por las personas que llegan aquí". Y ese fue también el sustantivo más mencionado por los jóvenes en la lectura de las conclusiones de este encuentro intergeneracional.

También conocieron cómo afrontaron estos emigrantes la "dureza de dejar atrás a las familias" y recibieron algunos consejos, entre ellos, "preparaos, estudiad. Lo que nosotros no pudimos hacer, hacedlo vosotros. Si tenéis que emigrar, disfrutad de la experiencia".

La directora del IES As Lagoas, Mónica Rodríguez, destacó que "non hai mellor manera de aprender que coa experiencia directa". Juan José Castro, de Afundación, explicó que "con este programa tenemos a 51 voluntarios mayores colaborando, y hemos llegado a 461 colegios, además de haber creado una guía didáctica".

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