Con motivo de la III Semana Mundial de la Seguridad Vial, dedicada a los niños por las Naciones Unidas, más de 200 alumnos de siete colegios de la ciudad acudieron a la Praza Maior para reivindicar mayor seguridad en las carreteras.
Las cifras son escalofriantes. Según estimaciones sanitarias mundiales de la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren 186.300 niños en accidentes de circulación en todo el mundo. Esto supone una media de 500 muertes diarias o, lo que es lo mismo, un fallecimiento infantil cada cuatro minutos.
Es por ello que las Naciones Unidas dedicó la III Semana Mundial de la Seguridad Vial, que se celebra desde el pasado lunes, día 4 de mayo, hasta el próximo domingo, día 10, a este colectivo. El objetivo es claro y no es otro que destacar el peligro que corren los más pequeños en las carreteras y tomar medidas para mejorar su seguridad. Numerosos eventos alrededor de todo el mundo están previstos para esta semana. En el marco de la programación, ayer se celebró la presentación de la "Declaración de los niños para la Seguridad Vial". Y Ourense también se unió a la iniciativa.
Los colegios de As Mercedes, Carmelitas, Concepción Arenal, La Purísima, Padre Feijóo, Cardenal Cisneros y el Couto se hicieron notar. En total, más de 200 niños acudieron a la Praza Maior de la ciudad con sus reivindicaciones en la mano. Cada uno de ellos portó un papel que, acabado el acto, despositaron en un baúl "con la esperanza de que algún día todo lo que pedimos sea posible", explicaban alumnos de Concepción Arenal.
Primero fue el turno del subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, el alcalde, Agustín Fernández, la edil de Cultura, Ana Garrido, y el jefe provincial de Tráfico, David Llorente. El mensaje colectivo a los niños giró en torno a la concien- ciación de cumplir con las normas de circulación y la incidencia que éstos pueden y deben tener sobre sus padres.
Pero los verdaderos protagonistas fueron los niños. "Con la seguridad no puedes jugar porque tu vida puede peligrar"; "tengo un ángel de la guarda y se llama cinturón de seguridad"; "si me quieres de verdad, bien sentado me llevarás"; "conduce con coidado se tes un neno ó lado" y "non quites ós nenos o dereito a vivir porlo teu xeito de conducir". Fueron algunas de las las reivindicaciones que hicieron los más pequeños de la ciudad para intentar reducir el número de fallecidos cada año.
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