INICIATIVA

Estudiantes de Arquitectura darán ideas para el uso de la cárcel

photo_camera El arqueólogo Eguileta, en el centro, enseña la cárcel a estudiantes y profesores.

Alumnos de último curso en A Coruña y Clermont Ferrand visitaron la vieja prisión para conocer el estado del inmueble sobre el que trabajar

La vieja cárcel es clave para el futuro termal de la ciudad pero también para el proyecto fin de master de la Escuela de Arquitectura de A Coruña. Por eso, alumnos y docentes del centro, y también franceses de la escuela de Clermont Ferrand, sorprendieron ayer a transeúntes de la calle Progreso con sus cascos de protección blancos dispuestos a acceder al interior de la vieja prisión de Ourense. Porque, según explicaron in situ, la Escuela coruñesa propuso esta temática para el proyecto de fin de carrera, lo que supondrá una auténtica tormenta de ideas para la utilización, distribución y ordenación del edificio y su entorno, porque el planteamiento docente incluye también la zona del Barbaña en ese área.


La Escuela pidió permiso al Concello, explicaron, y éste abrió las puertas del inmueble para que vean su interior y después planifiquen el diseño que desearían para estos espacios. La Concejalía de Termalismo manifestaría después al ser consultada que la iniciativa -que podría llevar aparejado en el futuro un convenio de colaboración entre la Escuela y el Concello, aunque está sin concretar- es importante porque puede proyectar a Ourense y a su termalismo en el exterior, además de aportar propuestas que en el futuro pudieran ser de interés para el desarrollo termal de esta zona. Porque este plan también se inscribe en el programa internacional Iacobus, cuyo objeto es investigar y proponer planes de futuro en edificios de valor patrimonial de Europa.


Por ello, también participarán en esta iniciativa propuesta por A Coruña las escuelas de Clermont Ferrand en Francia -allí hay las termas de Vichy o Chaudes Aigues) y de Ratisbona, en Alemania -al lado de los centros termales de Bad Abbach o Amberg-. Eso supondrá que los diseños e ideas de los estudiantes serán expuestos en escuelas de arquitectura de Europa, además de en Ourense. 

Sesenta alumnos
Unos 60 alumnos y profesores de esas escuelas elaborarán y supervisarán los diseños. Se habrá logrado entonces el objetivo de acercar el alumnado a la realidad de la arquitectura, según señalaron a pie de cárcel los visitantes, sorprendidos también por el estado de abandono del edificio.


La vieja prisión, cerrada en 1987, cuando se construyó la cárcel de Pereiro de Aguiar, no ha sido destinada a uso alguno desde entonces. Y a su antigüedad se sumó la falta de uso, que acabó por convertir el inmueble en una auténtica ruina, 28 años después.

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