OURENSE

Un juez investiga la denuncia por el robo de un bebé en 1972

Un hombre de 41 años descubrió su irregular nacimiento en el antiguo Hospital provincial tras la muerte de su madre adoptiva

Jaume V.P. nació en el antiguo Hospital Provincial de Ourense, el 1 de agosto de 1972. Su madre biológica, la ourensana Concepción C.A., era soltera y decidió darlo en adopción (acreditada ante notario) a un matrimonio oriundo de Santa María de Barberá (Barcelona), comerciante él y ama de casa ella, que no tenía hijos y deseaba uno desde hace tiempo. Hasta aquí, la versión edulcorada que el protagonista de esta historia conoció al cumplir la mayoría de edad.

Pero los pormenores de la llegada al mundo de Jaume V.P. cambiaron el día en que falleció su madre adoptiva, en el año 2005. Fue en ese momento cuando tuvo acceso a documentos relativos a su nacimiento, entrega y posterior adopción que hasta entonces habían estado bajo llave. Entre los más comprometidos, cuatro cartas fechadas entre el 8 de julio y el 29 de diciembre de 1972 dirigidas por el entonces capellán del hospital, Arturo Iglesias, a los padres adoptivos, en las que se pone de manifiesto que el matrimonio catalán envió giros de dinero al párroco para conseguir un recién nacido (al que incluso denomina como "marquesito").

Entre los documentos, también había un recibo extendido por la Diputación de Ourense, en el que el capellán abonaba el importe de los gastos ocasionados durante el ingreso hospitalario de la embarazada (3.349 pesetas); así como un acta notarial de comparecencia otorgada por la parturienta ante el notario Víctor Manuel Garrido, con fecha del 5 de agosto de 1972, a los cuatro días del alumbramiento y para formalizar la adopción.

El hallazgo de esta documentación puso en alerta a Jaume V.P. al descubrir que en el proceso no había mediado ninguna administración pública que regulara su adopción. Y, lo más sorprendente, que se pagaba dinero a aquellos que intervenían a la hora de buscar bebés.

Estas supuestas irregularidades llevaron al implicado a tirar de la manta. Contactó con una empresa de detectives para buscar a su madre biológica, con la que llegó a contactar. La versión que ella le ofreció proporcionó el espaldarazo definitivo a una denuncia por un posible caso de robo de bebé.

El denunciante mantiene que a su madre biológica le dijeron que él había nacido muerto. Según su versión, nunca compareció ante ningún notario ni ante el juzgado. En aquella conversación, Concepción C.A. tampoco recordaba la intervención del párroco.

Jaume V.P. presentó una querella criminal en los juzgados de Ourense por detención ilegal, falsedad en documento público (acta de nacimiento, otorgamiento de la adopción y comparecencia judicial para conformar la adopción) así como un delito de adopción ilegal.

El artículo 221 del Código Penal castiga con penas de prisión de uno a cinco años a quien, mediando compensación económica, entregue a otra persona un menor eludiendo los procedimientos legales de la guarda y acogimiento con la finalidad de establecer una relación análoga a la filiación.

Uno de los mayores problemas que acecha a esta denuncia, según fuentes jurídicas consultadas, es una posible prescripción aunque finalmente la misma sí fue admitida a trámite, tal como confirmaron en el Juzgado de Instrucción 2 de Ourense.

No obstante, el letrado del denunciante, Juan Carlos Revilla, habla en la querella de la permanencia de los delitos en la actualidad "de hecho y de derecho", recordando que las secuelas aún persisten. "Mientras mi representado ha sido mantenido en la ignorancia de su origen, aún después de cumplir la mayoría de edad y adquirir su capacidad plena, ha seguido estando legítimamente desposeído de su verdadero y genuino estado civil", recoge la querella. Todo ello -añade-"sin obviar las gravísimas consecuencias jurídicas, personales y emocionales que tanto a él como a su verdadera familia se le han producido".

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