CULTURA

Un libro deshoja el universo más íntimo de Arturo Baltar

Marifé Santiago presentó la obra de la que el escultor ourensano fue partícipe durante 10 años

Las memorias del escultor Arturo Baltar, fallecido el pasado mes de diciembre, ya tienen forma de libro con "El caminante que deshoja paisajes", escrito por su amiga Marifé Santiago, que junto a la editora, Mayda Bustamante, y el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, mostró ayer por la mañana  el fruto de las "conversaciones amistosas". El Liceo acogió, por la tarde, la presentación en sociedad del libro.

"É a pegada intemporal dun home que forma parte da alma de Ourense", comentó Baltar, que avanzó que el escultor tendrá su volumen en el proyecto de las publicaciones sobre artistas ourensanos que edita la Diputación. "E non só iso, tamén o recoñecemento permanente dunha provincia que ten nel un dos creadores máis senlleiros", añadió.

Emocionada, Marifé Santiago dijo que el libro es "un regalo y un agradecimiento, porque su amistad fue un regalo para todos". El protagonista de este ensayo poético biográfico conocía y, según Santiago, participaba, de esta obra que no pudo ver la luz antes de que falleciese. "Hace diez años que empezamos a escribirlo y el solo me pidió una cosa: que el lenguaje no fuese académico, que el libro se pareciese al mundo que habíamos tejido con nuestra amistad", contó la escritora.

Bustamente, de la editorial Huso, recalcó el "privilegio" de contar en su catálogo con la figura de Baltar y la obra de Santiago: "Estamos haciendo un esfuerzo para que el libro esté en todas las librerías de Ourense y en muchas de Galicia".


La voz del escultor


"Arturo Baltar, el caminante que deshoja paisajes", viaja por el universo humano del creador entre textos, fotografías y un deuvedé con las palabras del protagonista.

Son nueve capítulos en los que se habla de los orígenes, la historia, las memorias, el arte de las palabras y un epílogo. 

El deuvedé, que la autora definió como un "poema visual", está dirigido por Nico García, mientras que la banda sonora la ponen el violín y el piano de las ourensanas Raquel y María Luz Rivera, con la música del fallecido Manuel de Falla.

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