Cuarenta y tres jóvenes ofrecieron un espectáculo circense. el inicio de la nueva escuela de Benposta

“Los Muchachos” llenaron el claustro barroco como en 1966

Difícil equilibrio que sorprendió al público. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
El circo de la Ciudad de los Muchachos regresó ayer a Celanova para iniciar una segunda etapa, aunque ahora sin el padre Silva, igual que lo hiciera en el año 1966 antes de su primera gran debut en Barcelona.
El nuevo espectáculo llenó ayer el claustro barroco. Por el escenario pasaron 43 artistas bajo el nuevo proyecto de lo que ahora se denomina Fundación Benposta, que en la actualidad trabaja para la puesta en marcha de la primera escuela profesional estatal de 'Artes escénicas y acrobáticas'.

Luis Fernández es el tesorero de la citada fundación y ayer se mostraba satisfecho con esta primera actuación. 'O espíritu do Padre Silva segue vivo. A función foi excelente', explicó, recordando que escogió Celanova para ofrecer el primer espectáculo 'porque este mosteiro foi o lugar de ensaio antes de irnos a Barcelona. Todo saiu ven o vamos repetir', añadió.

El espectáculo comenzó pasadas las seis de la tarde -se retrasó debido al calor- y se prolongó por espacio de dos horas durante las que trapecistas, malabaristas y equilibristas arrancaron en numerosas ocasiones aplausos de los presentes, que abarrotaban el patio y soportales del claustro barroco.

Luis Fernández recordaba ayer que ya iniciaron gestiones para actuar en otros municipios gallegos 'pero todo depende da xira que estamos cerrando por Asia, que iniciaríamos en Australia', aseguró.

En Celanova, el típico cartel con que el Circo de los Muchachos daba a conocer su actuaciones por todo el mundo colgaba de una de las paredes del cenobio, lo que provocó que vecinos y visitantes se interesaran por la recuperación de la escuela de circo y del futuro de la desaparecida Ciudad de los Muchachos, que puso en marcha el siglo pasado el padre Silva para acoger a jóvenes sin recursos.

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