Couto Solla, nacido en 1873 en el seno de una familia humilde de Mourente (Pontevedra), ejerció de cantero, industrial y alcalde, llegando a encabezar una de las principales industrias de la época
El último alcalde republicano-socialista de Ponte Canedo, Secundino Couto, que gobernó en lo que hoy se conoce como barrio de A Ponte en la ciudad de las Burgas entre 1931 y 1936, recibe un homenaje para honrar su memoria.
Tras el golpe militar que acabó con la II República Couto fue represaliado y encarcelado por el franquismo durante la Guerra Civil.
El acto está organizado por el PSOE ourensano y la Fundación Luís Tilve, y en él se presenta el libro "Lembranza de Secundino Couto Solla, alcalde republicano-socialista do Concello de Canedo".
Con esta publicación se pretende restaurar su memoria, de la mano de su nieta Hilde Couto Serantes, y al acto asistirán el secretario de Memoria Histórica del PSdeG, Francisco Javier Quintas, y el secretario de la ejecutiva provincial, Rafael Rodríguez Villarino.
Los socialistas explican que continúan trabajando para recordar a aquellas personas que no sólo fueron asesinadas sino también represaliadas por el franquismo y que tuvieron que exiliarse, fueron enviadas a prisión o multadas y también apartados de su cargo
Este último es el caso de Couto, quien fue miembro del Partido Republicano Radical Socialista y posteriormente de Unión Republicana.
Pese a reconocer que este acto llega tarde, Rodríguez Villarino ha subrayado a Efe que se trata de un acto "muy necesario" y de "justicia" a este regidor y todas aquellas personas que fueron "perseguidas y represaliadas" durante la dictadura.
Couto Solla, nacido en 1873 en el seno de una familia humilde de Mourente (Pontevedra), ejerció de cantero, industrial y alcalde, llegando a encabezar una de las principales industrias de la época.
De hecho, llegó a obtener diversas adjudicaciones, fabricar productos o adquirir empresas, una labor que compaginó con su ideología socialista, que le llevó a ser regidor del Ayuntamiento de Canedo desde 1931 a 1936.
De él, Rodríguez Villarino destaca que fue una "figura relevante", apreciada "por todos" en el Ayuntamiento de Canedo (actual barrio de A Ponte) y que desempeñó un "papel esencial" para el desarrollo de este consistorio y también en los inicios de Ourense y que fue "doblemente perseguido", supuestamente por "masonería" y por ser "republicano y socialista".
Desde su taller, que contaba con un centenar de empleados, impulsó diseños del arquitecto Vázquez Gulías e incluso el primer saneamiento en la ciudad.
Tras el alzamiento militar fue juzgado por el Tribunal para la Represión de la Masonería y fue condenado a doce años de reclusión en las prisiones de Celanova y Ourense, que posteriormente fue conmutada, según la amplia información que recoge su nieta Hilde en un blog.
Además, fue depuesto de la Alcaldía, siéndole confiscados todos sus bienes por importe de 470.000 pesetas. No obstante, no llegó a ser fusilado, algo que todavía la familia no se explica.
Pese a no haberlo vivido en primera persona, Hilde Couto señala que su familia "lo pasó muy mal" y relata que su propio padre, hijo del represaliado, y que se vio "obligado a luchar en el Frente Nacional" llegó a buscarlo entre los cadáveres de las cunetas por si había sido fusilado.
Todavía la familia no sabe por qué se libró de dicha condena.
Tras recabar durante años información de archivos, recortes de periódicos y en los recuerdos, la familia y militantes y simpatizantes socialistas intervendrán para restaurar la memoria del que fue el último alcalde legítimo de Canedo y que se vio sumido en el olvido.
La presentación del libro tendrá lugar a las ocho de la tarde en la sociedad artística La Troya, que la propia Hilde ha enmarcado como "un espacio de libertad" en aquel entonces.
Tras años de silencio en el seno de muchas familias con víctimas del franquismo, la familia recordará a este político que describen como un "adelantado a su tiempo" y que luchó y "se enfrentó" al Régimen "por sus ideales", concluye orgullosa.
