La provincia registra el mayor patrimonio epigráfico de Galicia, sin actualizar en 20 años
Un proyecto difundirá más de 200 inscripciones romanas de la provincia utilizando tecnologías innovadoras. "Epigraphica 3.0" aspira a convertirse en referente para la investigación epigráfica e histórica en otras regiones de la Península Ibérica y Europa. Y se empieza por Ourense por una sencilla razón: "Es la provincia gallega con mayor número de inscripciones latinas", destaca David Espinosa, el investigador principal del proyecto, que lidera la Universidade de Santiago de Compostela y financia la Consellería de Educación con un presupuesto de 25.000 euros.
"Consideramos que era de interés científico realizar una revisión y actualización de la lectura y el conocimiento que se tenía de esas inscripciones", apunta Espinosa. El último repertorio se realizó hace 20 años y ahora se incorporan tecnologías que nunca antes se habían utilizado. Georeferenciación, fotogrametría y modelado 3D.
Ayuda a la despoblación
Espinosa señala tres ámbitos de actuación: la localización y el registro documental, el análisis y la restitución textual y la socialización del patrimonio epigráfico. Además de la ayuda a futuros investigadores, hay otro reto: "La disminución de los efectos negativos de fenómenos como la despoblación rural y el envejecimiento a través de la conservación del patrimonio epigráfico". Y es que muchas de las inscripciones están en lugares de difícil acceso o, en muchos casos, no se conoce con exactitud el propio lugar. Aquí destaca Espinosa la labor de los vecinos de los concellos para localizar el punto exacto de inscripciones. De hecho, los investigadores calculan una decena de inscripciones romanas nuevas localizadas en la provincia.
Los investigadores hallaron inscripciones en iglesias, en las fachadas de las casas particulares, al aire libre... Detectan tres tipos de motivos: "La mayoría son dedicatorias a divinidades, le siguen en número las de carácter funerario y, en menor medida, las honoríficas, dedicadas a emperadores romanos", señala Espinosa. La investigación termina su periodo de ejecución en junio de 2019.
