El regreso de Perfecto a Sandiás

photo_camera Camilo de Dios, con la foto de su hermano Perfecto, durante su búsqueda.

Su familia recibirá el domingo en Xinzo las cenizas del que fue vecino de Sandiás, Perfecto de Dios. 

Su cuerpo fue recuperado por la Asociación hace un año del camino en que fue enterrado después de que la Guardia Civil lo matara en los años cincuenta. Perfecto era el mayor de los tres hijos de los comunistas Jesús, de familia de izquierdas, y Carmen, de familia de derechas, quienes al estallar la Guerra Civil escapan de Sandiás a Portugal por la frontera de Bande. Sus tres hijos se reparten entre la familia y conviven en la escuela y para celebrar las matanzas del cerdo. Con cierta frecuencia los niños recibían la visita clandestina de sus padres, quienes sobreviven en Portugal con los trabajos de mecánico y conductor que hacía Jesús. En 1938, Carmen puede regresar gracias a influencias familiares y Camilo lo hará, muy enfermo, al acabar la guerra. Morirá en 1945 con solo 42 años.

A los 16 años, Perfecto se traslada a Ourense a estudiar con los maestros, también militantes, Albino Núñez y Rubén, uniéndose a la “célula comunista” de la que forman parte el sastre Juan Vázquez, Novoa (cuyo padre trabajaba en el taller de La Región), Rey Durán y otros. En 1948 se producen detenciones en el pueblo y Perfecto, junto con su hermano Camilo, de 15 años, y otros 10 vecinos, deciden “echarse al monte” y unirse a las guerrillas que operaban en San Mamede y Queixa. Antes visitan a varios vecinos falangistas con la intención de quitarles las armas y pedirles dinero. En el monte sobreviven dando lo que llaman “golpes económicos” y contando con la complicidad de algunos vecinos de la zona.

Con Camilo en la cárcel y la guerrilla en descomposición, Perfecto tiene 20 años y decide, junto con su madre, abandonar el monte y trasladarse a Madrid andando y fingiendo ser segadores que van a trabajar a Castilla. En el pueblo de Chaerro (Avila) entra en la tienda para comprar comida y se encuentra a cuatro guardias civiles que intentan identificarlo. En la huida recibe dos tiros y muere en brazos de su madre, quien pasara en la cárcel los siguientes 13 años de su vida. El cadáver es enterrado por orden del juez en un camino próximo a la iglesia del pueblo. El hombre que lo enterró aún vive allí y fue quien indicó el lugar exacto, en el que siempre hubo flores que colocaba un vecino comunista que conocía la historia.

Hace un año, su hermano Camilo se puso en contacto con la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, quienes desenterraron el cadáver de Perfecto. En los bolsillos de su ropa encontraron una bomba de mano, llaves, el mechero y la navaja que los campesinos de su tiempo llevaban consigo. Las cenizas de Perfecto serán enterradas en la tumba de sus padres, en Sandiás.

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