Manuel Álvarez Gil preside la decana de las agrupaciones empresariales de la provincia, la Asociación Provincial de Talleres de Reparación de Vehículos de Ourense (Atave), que llega este año a su 40 aniversario.
¿Cuándo nace esta asociación?
Se creó el 3 de mayo de 1977, a iniciativa de un grupo de 33 empresarios del sector y es la primera agrupación empresarial inscrita en el Registro de Asociaciones Profesionales y Empresariales con sede en la calle Ramón Cabanillas número 3 de Ourense. Su presidente fundador fue Luis Aragonés, al que le sucedió José Cendón entre 1984 y 1986, y después de un periodo transitorio asumí yo la presidencia.
¿Con cuántos socios cuenta en la actualidad?
En este momento seremos alrededor de 450, pero llegamos a ser 500 hace unos ocho años o así. Las jubilaciones de varios talleres no han encontrado relevo generacional.
¿Qué significan los meses de verano para los talleres en términos de facturación?
Pues es el momento de más trabajo para los talleres de reparación. En concreto, las reparaciones aumentan un 20% en los meses de julio y agosto con respecto al resto del año. La gente quiere tener a punto sus vehículos para no llevarse sustos durante sus vacaciones y hacer esa revisión en su taller de confianza, así que lo que se pide es un cambio de aceite, revisión de bujías... una puesta a punto general.
¿Cuáles son los principales problemas del sector?
Hay varios, el primero de ellos es sin duda el del intrusismo. Ya hemos hablado en varias ocasiones con las instituciones y la Guardia Civil que nos han ofrecido todo su apoyo, pero tenemos un hándicap y es que esos talleres trabajan a puerta cerrada y entonces los agentes sólo pueden entrar con orden judicial. Esto no quiere decir que no se haya pillado a gente y no haya habido sanciones, pero hay que seguir trabajando en este sentido.
¿Y qué otros problemas tienen los talleres provinciales?
Uno de ellos es la constante innovación tecnológica que se está produciendo en el sector y que obliga a inversiones permanentes en medios materiales y humanos. Otro de nuestros problemas, muy específico de Ourense, es el elevado grado de dispersión y atomización de nuestras empresas, que dificulta el acceso a todo tipo de servicios.
¿Cuáles son las prioridades que se ha marcado la junta directiva para el presente ejercicio?
Incrementar la colaboración con las distintas administraciones, la formación continua y el reciclaje de los profesionales del sector, perseverar en la lucha contra el intrusismo y trabajar por la incorporación de nuestras empresas a las nuevas tecnologías de la información. Por otra parte, nuestra asociación seguirá ofreciendo los servicios habituales, como asesoría jurídica o el apoyo a la hora de realizar trámites con las consellerías de Industria y Medio Ambiente, así como la defensa de los intereses de las empresas en la junta de arbitraje.
