REPORTAJE

Sacerdotes y aires de Castellón

La iglesia del Seminario Mayor acogió ayer la ordenación de dos nuevos sacerdotes, uno natural de Amoeiro y el otro de Castellón, desde donde se desplazaron 100 personas para seguir la ceremonia religiosa que presidió el obispo de Ourense.

 

La Diócesis de Ourense tiene desde ayer dos nuevos sacerdotes, Carlos Arce Castro (Fontefría-Amoeiro, 1993) y Miguel Salas Pérez (Castellón, 1990), aunque este último no tiene obligación de ejercer su labor pastoral en la provincia. "Iré a dónde el Señor me lo pida", aseguró.

De su ordenación sacerdotal se encargó el obispo Leonardo Lemos. Al acto religioso se sumaron numerosas personas, en su mayoría familiares, amigos y conocidos de  los dos nuevos sacerdotes. Solamente de Castellón viajaron hasta Ourense 100 personas.

La homilía comenzó a las 11,30 horas en la iglesia del Seminario Mayor, cuya explanada estaba a esa hora colapsada de coches. De hecho, muchos de los asistentes tuvieron que buscar huecos para aparcar en el campo de futbol, en la parte posterior del Seminario, que ofrecía una estampa inusual, dado que en la mayoría de los días apenas hay vehículos. 

Leonardo Lemos se mostró satisfecho con la ordenación de los dos nuevos sacerdotes: "Para el próximo año, tendremos otros dos". El prelado recordó durante el acto religioso la falta de vocaciones religiosas en la Diócesis, donde la media de los sacerdotes está por encima de los 60 años, al tiempo que invitaba a los presentes a pedir a Dios para que enviara más "jóvenes pastores" a la provincia.

Pero no fue esta la única petición, dado que una vez finalizada la ordenación sacerdotal, también pidió a los presentes -el templo estaba abarrotado de fieles- a que se sumaran a su oración de reparación por el daño que causaron muchos religiosos de todo el mundo al abusar sexualmente de  menores. El papa Francisco, según expuso el obispo, les pidió que aprovecharan un acto multitudinario de fieles, para orar y reparar el daño causado por los religiosos pederastas. 


"Ya sentí la vocación desde que era niño"


Carlos Arce Castro ingresó en el Seminario Menor en el curso 2005/06 y después continuó sus estudios de sacerdote en el Semanario Mayor. Ayer aseguraba que ya sintió la vocación religiosa desde que era un niño. "Siempre supe que quería ser sacerdote", recalcaba. Ayer aún desconocía su futuro, el lugar en que va a ejercer labor pastoral, pero este tema no le preocupa. "Estoy a disposición de lo que ordene mi obispo y lo que me pida el Señor", comentaba.

El primer abrazo nada más ordenarse sacerdote fue para su familia más cercana. Después, amigos y conocidos lo reclamaban para inmortalizar el momento haciendo fotografías con los teléfonos móviles. Es consciente de la falta de vocaciones en la provincia y aprovechó para enviar un mensaje a los más jóvenes: "Les diría que merece la pena ser sacerdote, ser un seguidor de Cristo. Que no tengan miedo".


"Jesús existe y ama a todo el que se lo pida"


Miguel Salas Pérez llegó a Ourense en el curso 2014/15 para continuar su carretera en el Seminario Redemptoris Mater, puesto en marcha  hace cuatro años dentro de las instalaciones ourensanas. Ayer, a preguntas de por qué escogió Ourense, aseguraba que el "Señor me lo pidio y no pude negarme. El Redemptoris Madre fue fundado hace cuatro años y soy el primer sacerdote que se ordena en Ourense". 

Los religiosos formados en este tipo de seminarios tienen un marcado  carácter misionero. A Miguel Salas tampoco le preocupaba ayer el futuro. "Iré a dónde el Señor me lo pida", afirmaba, puntualizando que sintió la vocación hace años y "no podía negarme a seguir a Cristo. Es un regalo que recibí". Salas Pérez también envió un mensaje a los jóvenes y a las personas que no entienden su decisión vital: "Jesús existe y ama a todo el que se lo pida", dijo. 

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