¿Por qué utilizar un Irrigador Dental?

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Cuando a una persona se le pregunta por la parte que más les gusta de su cuerpo, a menudo la respuesta es: la sonrisa.

Lo cierto es que, con el paso del tiempo, esta zona facial ha ido aumentando su prestigio en la sociedad y tanto su aspecto más físico como la concienciación sobre la necesidad de la higiene bucal ha ido in crescendo. Por eso, a los métodos más comunes como son el empleo del cepillo de dientes, se le han sumado otros más modernos, como por ejemplo el irrigador dental, que se puede consultar en páginas web como www.irrigador-dental.org.

El irrigador bucal es un complemento ideal para la limpieza diaria de nuestros dientes y debe utilizarse como tal, nunca como un sustituto. Gracias al conjunto de cabezales de los que dispone, el resultado obtenido tras su uso es total, ya que accede a zonas a las que sería imposible llegar con otros sistemas más convencionales. Si se mantiene una constancia diaria, la higiene dental llega a ser, de este modo, muy completa y eficaz.

En cuanto a la tipología de irrigadores dentales, esta es amplia y varía en función del uso que quiera dársele. No será lo mismo si pensamos emplearlo en el ámbito doméstico, fuera de casa, de viaje, para niños, para adultos, etc. Es aconsejable también fijarse en la calidad del producto. Son muy populares, por ejemplo, los irrigadores Dentales Oral-B ya que pertenecen a una marca especializada en higiene bucodental, por lo que su garantía estará certificada.

En el mercado encontramos irrigadores bucales con cepillo de dientes. Esto significa que los dos aparatos están integrados en uno mismo. En general, el cepillo dientes es eléctrico y está acompañado de una base en la puede dejarse en los momentos en los que no se usa y, así, esté cargada para cuando la necesitemos. Este tipo de irrigadores son muy completos y se recomiendan para usar por ejemplo en casa.

También existen irrigadores sin cepillo de dientes. Esta opción es ideal si, por ejemplo, estás contento con tu cepillo de dientes y no necesitas renovarlo. En ese caso, puedes comprar un irrigador bucal que usarás en complemento de tu cepillo que podrá ser o no eléctrico, dependiendo de cuál sea más cómodo para ti.

Un tercer tipo de irrigadores dentales son los portátiles. Esta alternativa es perfecta para personas que o bien viajan mucho, o que pasan gran parte de su jornada fuera de casa. En estos casos, el hecho de tener un ritmo de vida “movidito”, no es impedimento alguno para poder mantener la higiene bucal, ya que el irrigador puede transportarse sin mayor problema.  

En cualquiera de los tres casos, el uso del irrigador dental nos ayudará a eliminar la placa bacteriana, prevenir la formación de caries gracias a una limpieza diaria en profundidad, favorecer al blanqueamiento de los dientes, prevenir infecciones, así como inflamaciones en las encías, mejorar la limpieza de las ortodoncias, etc. Se trata además de un método particularmente adecuado para personas que llevan implantes dentales, personas con periodontitis o problemas similares.

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