El estilo urbano de Barcelona combina la moda "mar y montaña"

 La periodista de TV3 Peté Soler se propone descubrir las señas de identidad de la moda de Barcelona en su ensayo "Estilo BCN" y llega a la conclusión de que la gente combina la moda "mar y montaña", de forma que, por ejemplo, se alternan las botas con las sandalias de modo natural.

 

Una moda urbana cómoda e informal, pero con un toque de estilo, y adecuada para vestir el mismo atuendo de la mañana a la noche marca el ADN barcelonés que dibuja Soler en su ensayo (Angle editorial), con las gafas de pasta en tono tipo de colores como marca de la casa, "copiadas" ahora por los políticos más tradicionales.

Peté Soler diferencia el estilo BCN y el estilo Madrid, "más convencional, más arreglado y más puesto", e incide en esta mezcla "mar y montaña" para unos urbanitas que pueden pasar del Tibidabo o Montjuïc a la playa, en quince minutos.

Pero un estilo informal y cómodo no está reñido con el glamour y las mujeres barcelonesas acentúan, por la noche, esa misma ropa con un toque de estilo gracias a unos buenos zapatos de tacón, un pintalabios rojo, un chal o fular étnico o vintage, de seda o hilo, y esos pendientes tan favorecedores, que iluminan el rostro.

Soler destaca el buen tiempo mediterráneo para no tener que hacer demasiados cambios de armario por temporada, y señala que en Barcelona conviven en la calle "camisetas de tirantes con jerséis de lana y vestidos sin mangas con botas".

Convencida de que "la moda es cultura", distingue en su ciudad tres tipos de estilos urbanos, que divide entre el "hipster", el "urbano" y el "bobó" (bohemio-burgués de los franceses), denominado aquí "pijo-hippie".

"Si eres o quieres ser 'hipster', preferirás la ropa 'vintage' antes que el diseño y te apasionarás por todo lo que se recicla o haces a mano tú o tus amigos", enumera Soler, para quien el actor Johnny Deepp sería el prototipo de esta moda.

El vestuario del "hipster" se conforma con pantalones pitillo, jersey de lana hecho a mano, camisa vintage, sudaderas o camisetas, zapatos planos, camperas, sandalias o zapatillas deportivas, gafas de madera o vintage, pañuelo o bufanda hecha a mano y cabellos largos y naturales, sin olvidarse de la barba, que vuelve a estar de moda.

El vestuario del "estilo urbano" destaca porque sus seguidores llevan zapatillas deportivas o camisetas, pero ambas se han subido ahora a las alfombras rojas y priman las de Custo o Desigual y las deportivas de Munich, una firma barcelonesa con nombre alemán.

El "estilo casual", que representaría el futbolista Neymar, es el de una persona vestida con pantalones vaqueros, camisetas con grafismos de última generación, botas Panama, zapatillas deportivas, mochilas o bolsas deportivas y gorras de visera plana, al estilo americano.

El estilo "bobó", propio de gente que vive en casas caras y que lleva ropa cara que no lo parece, estaría compuesto por jerséis caídos de algodón combinados con tops, formas simples y minimalistas con colores fríos y tranquilos, y ropa y accesorios vintage de lujo, unas prendas que la diseñadora Totón Comella, de la firma TCN, representa en su máximo esplendor.

Soler, para quien "en el armario de toda mujer siempre tendría que haber un vestido de Armani", no cree, sin embargo, en el triunfo de las marcas, sino en la ropa bien hecha" y aconseja en su libro barrios y tiendas en donde se pueden encontrar.

También hace hincapié en una tendencia que triunfa ahora entre la gente joven, el "hazlo tú misma", y en la aparición de pequeños talleres-tiendas de ropa hecha a mano, especialmente en el barrio de Gràcia, "con vestidos baratos que son una preciosidad, a un precio de unos 25 euros", comenta Peté Soler. EFE

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