La asociación que promociona la ruta reclama civismo para no confundir a los peregrinos
El vandalismo también se está cebando con el Camiño de Inverno. Lo apuntó este lunes la presidenta de la Asociación de Amigos do Camiño de Santiago por Valdeorras, Asunción Arias Arias, quien reclamó civismo y planteó la necesidad de buscar una solución para poner fin al deterioro de los indicadores que marcan la dirección que deben serguir los peregrinos.
"Hai flechas arrancadas dos fitos e temos que buscar unha solución", comentó la portavoz del colectivo. Asunción Arias reclamó un mayor civismo y que los mojones indicadores sean respetados. "Vou sentarme coas autoridades da comarca e tamén contactarei co Xacobeo para buscar solucións entre todos", afirmó.
Los desperfectos ocasionados en los indicadores acarrean serios trastornos a los peregrinos, que se arriesgan a tomar rutas erradas en su viaje hacia Santiago. No es la primera vez que Amigos do Camiño debe pintar flechas amarillas para impedir que los caminantes se despisten. Hace un año sucedía en Quereño (Rubiá), donde fueron ocultadas con la intención de desviar a los viajeros. Ese problema ya no se da, fue resuelto; ahora, llega el turno de buscar una solución a los daños en flechas y vieiras.
Asunción Arias insistió en la necesidad de conservar y potenciar el Camiño de Inverno. "Agradecería que os valdeorreses o valoren para poder transmitilo ás futuras xeracións", dijo.
Al mismo tiempo que el colectivo busca soluciones a los daños ocasionados en los indicadores de la ruta, en el Concello de Vilamartín buscan ubicaciones para colocar otras señales informativas, estas pensadas para informar de la apertura del albergue municipal.
Lo indicó el alcalde, Enrique Álvarez Barreiro, después de explicar que el albergue de O Bañadoiro ya comenzó a prestar servicio, si bien aún no fue realizada la jornada de puertas abiertas que planea el Concello.
Varios peregrinos estrenaron recientemente las instalaciones, una vez que estas recibieron el visto bueno de la Axencia Turismo de Galicia. No fueron los únicos, pues también lo ocuparon temporalmente grupos de motoristas y de espeleólogos.
Dotado con teléfono y wifi, este albergue municipal, junto con el barquense de Xagoaza -este situado en la citada aldea, a casi dos kilómetros de O Barco de Valdeorras y por una carretera de mucha pendiente-, son los únicos alojamientos públicos que pueden encontrar los peregrinos que eligen el Camiño de Inverno, en la comarca.
