GANADERÍA

Los ganaderos temen que la erosión acabe con los pastos

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photo_camera Nube de ceniza formada en un monte del Concello de Viana.

Los últimos vendavales levantaron nubes de ceniza en las zonas que fueron pasto de las llamas

En un año para olvidar, los problemas de los ganaderos del Macizo Central aumentan sin que nadie acierte con su final. A los efectos de la sequía, las heladas y los incendios se les sumó en las últimas horas los que generó el fuerte viento. Los productores de Viana y Vilariño de Conso fueron testigos de las grandes nubes de ceniza provocadas por un vendaval que en Manzaneda llegó a tener ráfagas de hasta 101,74 kilómetros por hora, según los registros de Meteogalicia.

"Entre o aire e a auga, vai quedar todo pelado", comentó Xoán González Alonso, un ganadero de Ardexarxe (Viana). Mientras atendía a sus ovejas fue testigo de las nubes de ceniza formadas en los montes que ardieron. "Hai montes nos que están botando palla e aquí non fixeron nada para evitar a erosión", explicó. Añadió que, desde hace dos meses, debe complementar con forraje la alimentación de las 260 reses que pastorea.

"O problema é que o aire se leva os nutrientes e o monte queda esquilmado", explicó Pedro Rodríguez Parente, presidente de la Asociación de Gandeiros do Macizo Central (Agromacén), que cuenta con 400 asociados. También fue testigo de las nubes de ceniza que los fuertes vientos provocaron en San Mamede. "Levántabase a varios metros de altura. É a desgracia do lume", dijo.

Rodríguez Parente comentó que los efectos podrían haber sido menores si lloviese ligeramente sobre la zona, sin llegar a causar escorrentías, pues el agua fijaría los nutrientes en el suelo. Pero no llovió. Ahora, el portavoz de los ganaderos del Macizo Central teme que los montes que ardieron este año únicamente permitan la aparición de malas hierbas. "Os terreos quedarán desérticos", comentó.

Pedro Rodríguez también se refirió a la utilización de paja para frenar la erosión en otras zonas de la Comunidad Autónoma. "Se o aire move a cinza a onde levará a palla que botaron?", cuestionó.

Pérdidas en los sotos de Viana

La sequía y las heladas redujeron la producción de castaña en la zona de Viana en un 80 %, según el dato que confirmó ayer María Páez  Pérez, coordinadora local de Unións Agrarias. Según sus cálculos, la pérdida sufrida por los productores podría alcanzar los 4 millones de euros. Estas estimaciones las ofreció después de consultar con propietarios de sotos, que vieron como unos árboles que daban anualmente 24.000 kilos de fruto, este año solo permitieron recoger 4.000, en tanto que otros daban 300 kilos, muy por debajo de los 3.000 que producían otros años. Con estos datos en la mano, la ganadera vianesa, responsable de UUAA se quejó de las líneas de ayudas abiertas por la Xunta para paliar las pérdidas. "Basta xa de que vendan axudas que non se poden aplicar ás nosas explotacións. Van directamente ás adegas e ás industrias", dijo.

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