El censo se multiplicó en la última década pero ahora llegan en diciembre debido al cambio climático

Las cigüeñas prefieren Sandiás

Una niña le pone una anilla a una de las cigüeñas observada por los escolares. (Foto: Xesús Fariñas)
Escolares de Calvos de Randín descubrieron ayer la riqueza faunística de las areneras de Sandiás y asistieron a las labores de anillaje de las cigüeñas que desarrolla Medio Ambiente para llevar el censo de una especie que ya cuenta con 85 nidos.

La biodiversidad faunística de las areneras fue descubierta ayer por los niños del colegio de Calvos de Randín, que asistieron también a las labores de anillaje de cigüeñas que desarrolla la Consellería de Medio Ambiente para llevar un censo de una especie que está en constante aumento. Y es que hace 10 años había 15 nidos y, en la actualidad, existen 85, cada uno con una media de dos crías que junto a las pareja de cigüeñas adultas suman 340 ejemplares.

El delegado de Medio Ambiente, Francisco Fumega, acompañó a los escolares en esta peculiar visita, que se hizo coincidir con el Día Mundial del Medio Ambiente, y que también trataba de concienciar sobre la importancia del entorno natural.

Francisco Fumega destacó los valores medioambientales de las charcas de Sandiás, que eran áreas degradadas por la extracción de arena y que hoy están en un avanzado proceso de recuperación ‘que terá continuidade. Esta rexeneración é un traballo costoso pero moi necesario’.

Relató que el dicho de que ‘La cigüeña por San Blas verás...’ ya no se cumple pues ‘debido ó cambio climático, agora regresan ós nidos dous meses antes de febreiro’, recordando que ‘é un ave moi fiel que nunca cambia de parella e que supón un beneficio para o ecosistema e para a vista pois é bonito velas’.

Además, destacó que las labores de anillaje que se realiza de las cigüeñas permite llevar un control sobre la nidificación y reproducción que revela que se encuentran a gusto en A Limia pues es la zona de Ourense, junto con Valdeorras, que mayor número aglutina de este tipo de aves zancudas. Y recordó que las charcas de A Limia cuentan con cientos de aves de todo tipo.


Tienen alimento y se facilitan los nidos Las areneras recuperadas de Sandiás constituyen un buen hábitat para las cigüeñas pues el ‘alimento no les falta’, dice el delegado de Medio Ambiente, Francisco Fumega. Así se alimentan de grillos, escarabajos y ratones, entre otros animales.

Además, expuso que la Consellería de Medio Ambiente instala cada año nidos en postes y en árboles frondosos para que las aves aniden en ellos, una iniciativa que obtiene respuesta pues cada primavera los nidos aumentan en dos o tres con respecto a la del año anterior. Es más, algunos vecinos ofrecen sus árboles para facilitar nidos a estas aves.



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