Desarrollar la oferta turística aprovechando su privilegiada ubicación como municipio de entrada en la Ribeira Sacra es uno de los objetivos de Carlos Gómez Blanco, regidor "popular" de Xunqueira de Espadañedo.
La renuncia de su antecesor al inicio de la legislatura pasada, le permitió desarrollar un "curso acelerado" de acceso a la alcaldía donde tuvo tiempo de conocer el engranaje administrativo y las necesidades de los vecinos. Conocer sus prioridades le valió, según sus propias palabras, para lograr la mayoría absoluta en su primera cita con las urnas.
Para usted, aunque ya llevaba en el cargo desde 2011 cuando sustituyó a Ricardo González, estas elecciones fueron su primer contacto con las urnas. ¿Cómo fue la experiencia?
Pues fue algo especial. Yo entré a mitad de mandato, era nuevo en esto de la política y tenía miedo de no estar haciendo las cosas al gusto de los vecinos. Pero todo salió bien, los vecinos refrendaron la gestión, entendieron que estábamos atendiendo las prioridades y eso me dio fuerzas para seguir. Es cierto que hay momentos duros, cuando tienes que ejercer de mediador en un conflicto o cuando no puedes ayudar a un vecino, porque en el concello el alcalde es experto en leyes, asesor,…. Pero se compensan con los buenos. Es muy gratificante poder ayudar a tus convecinos.
¿Cómo han sido estos meses al frente del gobierno local?
Tranquilos. Hemos tratado de continuar con la labor que veníamos haciendo hasta ahora y tratando de cubrir los servicios mínimos que hay. No se puede aspirar a mucho más.
¿Qué actuaciones le ha dado tiempo a poner en marcha en estos meses?
Hemos llevado a cabo un asfaltado general de las carreteras, porque teníamos una red viaria casi al final de su vida útil y muy afectada por las inclemencias meteorológicas. Lo esencial de cara al futuro es garantizar a los vecinos el mantenimiento de los servicios básicos, que la gente tenga cubierto el abastecimiento y saneamiento de agua.
¿En qué situación están?
Todos los pueblos del concello disponen de abastecimiento de agua, aunque en algunos núcleos es muy antigua. Por eso, cuando se estropea tratamos de acometer la mayor reforma posible. En el caso del saneamiento, tenemos pendiente dar el servicio a dos pueblos: Ramil y Marcelle. En el caso de internet, una prioridad en el siglo XXI, estamos bien cubiertos con la reciente instalación de la fibra óptica.
¿Cuál es el principal sector económico en el municipio?
La ganadería. Tenemos varias explotaciones que mantienen limpias las zonas de pastos del valle. La crisis se llevó la última empresa de cerámica y ya solo quedan dos alfarerías. Por eso es fundamental potenciar el sector turístico. Somos una puerta de entrada a la Ribeira Sacra y un gran potencial. Solo hay que ver el Monasterio de Santa María. Tenemos que aprovechar la declaración y recoger sus frutos. Tenemos una oferta de restauración y alojamientos adecuadas, pero de incrementarse el número de visitantes, generaríamos nuevos puestos de trabajo en este ámbito.
¿Que planes tiene a nivel turístico?
Estamos preparando una ruta del císter gallega y queremos poner en marcha el Museo de Alfarería, que estos últimos años estuvo cerrado porque no hubo dinero para abrirlo.
¿Qué proyecto le gustaría llevar a cabo en este mandato?
Una residencia de ancianos. Soy consciente de que es un proyecto ambicioso, pero la población del rural necesita este servicio. Lamentablemente se cerró el colegio de educación y pienso que sería un local adecuado para poner en marcha una residencia con servicio de centro de día, para que los mayores estuvieran atendidos y al mismo tiempo, pudieran seguir en sus casas. Eso sería un broche de oro para esta administración. Daría servicio a la población y generaría puestos de trabajo. El empleo es fundamental para el rural. Por eso nos gustaría y estamos trabajando para ampliar el centro de reciclaje de material de construcción y hacer una planta de reciclaje de residuos. Tenemos huecos impermeables por el aprovechamiento del barro que serían muy adecuados para ello. Pero para sacar este proyecto adelante es fundamental la implicación de la empresa que gestiona el centro de reciclaje.
¿Cuál es la situación de las arcas municipales?
Es complicada, pero mucho mejor que la que había. Se está cumpliendo el plan de pago a proveedores y también al banco. La deuda ronda el millón de euros, pero tenemos un plan y lo estamos cumpliendo.
¿Cómo definiría su relación con la oposición?
Hablamos mucho, tenemos diferencias pero a la hora de la verdad, todos queremos el bien del concello.
¿Qué le quita el sueño?
Ver que el pueblo donde nací, el que quiero y por el que lo doy todo, decrece en población y no encuentras la forma de suscitar el interés para que la gente venga a Xunqueira de Espadañedo. El cierre del colegio me dolió muchísimo.
¿Cómo se puede revertir esta situación?
La solución del rural pasa por crear empleo y, como administración local, no tenemos capacidad para ello. Más allá de ayudar a las empresas, asesorarles, facilitarles y agilizarles la tramitación.
¿Qué le pediría a las administraciones superiores?
Una mejoría de nuestras infraestructuras. Es muy importante conseguir un enlace con la Autovía A-52, así como mejorar la vieja carretera de Ourense, la OU-536, que vertebra una buena parte de esta provincia y en la que hay varios puntos donde no pueden circular dos vehículos a la vez.
