acróstico dedicado a un gran compañero

Hombre pequeño de gran corazón. / Inseparable de tus costumbres. / Generoso hasta con el ladrón. / Incansable apagando lumbres. / Nunca a nadie negó invitación. / Imparcial en valles y cumbres. / Ofrecer era tu gran profesión.
Vino siempre tenía tu bodega. / Igual que tu persona el humor. / Viviste en esta tierra gallega. / Amigo nunca tuviste rubor. / Siempre alguien a tu lado colega.

Loco el que ese día prendió fuego. / Olvidar pista maldita quiero. / Pero esto me dejó fuera de juego. / Esto que no se repita espero. / Zaino fuego, amigo. Hasta luego.

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