Si hacemos una comparativa del numero de afiliados a la Seguridad Social en Galicia, desde el año del inicio de la crisis en 2008, hasta abril de 2012, tomando como fuente el Instituto Galego de Estadística, sorprende que de la disminución en 134.000 cotizantes sólo se hayan incrementado, aunque sea levemente, los del régimen especial agrario. Y digo que sorprende por la deplorable situación de abandono en la que se encuentra el sector, con incrementos de costes y bajos precios en origen que minan la viabilidad de muchas explotaciones agrícolas y ganaderas.
En el mes de abril de 2012, el precio de consumo de los alimentos multiplica por 5,25 al que se paga a quienes producen, siendo la diferencia de seis veces más para los productos agrícolas y tres para los ganaderos. La fuente de estos precios es el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos IPOD, elaborado mensualmente a nivel estatal por la coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos COAG, la Unión de Consumidores de España UCE y por la Confederación Española de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios CEACCU.
En abril de este año, a modo de ejemplo, la cebolla se pagó en destino por los consumidores un 1.343 %, más cara que el precio de origen; la patata, un 900%; la lechuga, un 718%; la ternera, un 309%; el cerdo, un 322%; el cordero, el 218%, y la leche un 156%. La distribución quintuplica el precio en origen.
Desde la otra parte, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución ANGED afirma que el beneficio neto es muy ajustado y apenas ronda el 3% del precio final. Para salvar los márgenes comerciales, muchos agricultores europeos, intuitivos y emprendedores, han puesto en marcha un sistema de venta directa de sus productos por internet para evitar la intermediación y garantizar la calidad. Basada en la idea de Soberanía Alimentaria y Agricultura de Responsabilidad Compartida, COAG lo hace a través de la Red Arco, que engloba la filosofía de este movimiento y promueve la producción y consumo de alimentos social, ambiental y económicamente sostenibles, a la vez que estrecha las relaciones productor-consumidor.
Nuestro sabio Valentín Lamas Carvajal, autor del 'Catecismo do Labrego', anticipaba las cuatro cosas que debe saber o labrego: 'Saber o que se deixa de comer, saber o que ten que traballar, esquecerse do que ten que pagar e non coidarse do que ten que recibir'.
En abril de este año, a modo de ejemplo, la cebolla se pagó en destino por los consumidores un 1.343 %, más cara que el precio de origen; la patata, un 900%; la lechuga, un 718%; la ternera, un 309%; el cerdo, un 322%; el cordero, el 218%, y la leche un 156%. La distribución quintuplica el precio en origen.
Desde la otra parte, la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución ANGED afirma que el beneficio neto es muy ajustado y apenas ronda el 3% del precio final. Para salvar los márgenes comerciales, muchos agricultores europeos, intuitivos y emprendedores, han puesto en marcha un sistema de venta directa de sus productos por internet para evitar la intermediación y garantizar la calidad. Basada en la idea de Soberanía Alimentaria y Agricultura de Responsabilidad Compartida, COAG lo hace a través de la Red Arco, que engloba la filosofía de este movimiento y promueve la producción y consumo de alimentos social, ambiental y económicamente sostenibles, a la vez que estrecha las relaciones productor-consumidor.
Nuestro sabio Valentín Lamas Carvajal, autor del 'Catecismo do Labrego', anticipaba las cuatro cosas que debe saber o labrego: 'Saber o que se deixa de comer, saber o que ten que traballar, esquecerse do que ten que pagar e non coidarse do que ten que recibir'.
