dignidad y respeto en el comercio

Me llaman Curra, los más amigos, Mabel. Esta mañana estaba especialmente contenta al escuchar las noticias sobre el cambio de tiempo.
Los que nos negamos a pronunciar 'crisis' como motivo de falta de ventas, buscamos otras alternativa para salir a la lucha diaria de nuestro insignificante trabajo que con su resultado hemos podido criar a nuestros hijos y hacernos un pequeño sitio en esta ciudad. Los que no tenemos facultad, me refiero como no, Santiago, Salamanca, Madrid, etcétera, fuimos copiando a nivel de trabajo de los grandes. ¿Y ahora qué? Con mi local de 20 metros, con mi lucha de favorecer a mis clientes y amigos, ¿copio otra vez de estas grandes cadenas y pongo un cartel de 50% en prendas de invierno, todas fabricadas en serie, pésima calidad y con el aumento anticipado de precio para la jugada perfecta?

Creo y pienso que la dignidad y respeto hacia el público es una de las normas de urbanidad que están perdiendo estas empresas, y tal como la Cámara de Comercio o la Xunta o (no sé muy bien). ¿Quién me multó a mí con 300 euros por no tener a buena vista los precios en el escaparate? La verdad es que era la única manera de ver a los clientes cuando me venían a preguntar los precios de dichas prendas, porque los escaparates de los pequeños comerciantes no podemos jugar con un margen de venta que es el adecuado para esta época y tendremos que esperar que ustedes autoricen nuestras rebajas el 7 de enero.

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