Estamos asistiendo a un triste espectáculo entre el estado y las comunidades autónomas con relación a los planes de rescarte, temas de financiación, que se están arreglando entre ellos mientras que nadie repara en los ayuntamientos, que son los que verdaderamente están financiando los servicios básicos, a pesar de que no les corresponda.
Por otra parte, está la propuesta del Gobierno -desafortunada- de tutelaje a través de las diputaciones de los ayuntamientos de hasta 20.000 habitantes, es decir, el 95% del total. Además 26 provincias (justo la mitad) no tienen ningún ayuntamiento por encima de esa población, excepto su capital provincial, con lo que sólo habría 2 alcaldes. el de esa capital y el presidente de la Diputación. Pero no se elimina ningún ayuntamiento. Es decir, estamos en una situación en la que los ayuntamientos o están olvidados o si se acuerdan es para tutelarlos. Y sin embargo, los políticos municipales no quieren adoptar la fusión, que debería acometerse de la forma menos traumática posible. Esa es la gran responsabilidad y el gran favor que le pueden hacer a sus pueblos, aunque les suponga la desaparición de su puesto de representación, pero eso es la política.
