Era de esperar, que después de lo que acordaran en la conferencia de San Sebastián, ETA anunciara un comunicado que: 'es tiempo de mirar al futuro con esperanza, es tiempo también de actuar con responsabilidad y valentía'.
Por ello, señala que ha decidido 'el cese definitivo de su actividad armada'. También habla de que 'la crudeza de la lucha se ha llevado a muchas compañeras y compañeros para siempre. Otros están sufriendo la cárcel o el exilio' y les expresa su 'reconocimiento y más sentido homenaje'. ¿Pero, hacen mención de las miles de víctimas de ETA entre asesinados y familiares? ¿De los empresarios extorsionados? ¿De tantos ciudadanos de cualquier edad y condición muertos y mutilados por sus armas o bombas criminales? ¿Y el miedo, el temor y la falta de libertad que han implantado durante décadas en el pueblo vasco y en toda España?
La derrota del terrorismo reclama como primer paso un cambio de fondo que aquí no se vislumbra. El abandono de las concepciones políticas e ideológicas contrarias a la dignidad de la persona y la necesaria petición pública de perdón a las víctimas. Eso tenía que ser lo primero.
La derrota del terrorismo reclama como primer paso un cambio de fondo que aquí no se vislumbra. El abandono de las concepciones políticas e ideológicas contrarias a la dignidad de la persona y la necesaria petición pública de perdón a las víctimas. Eso tenía que ser lo primero.