Uno de los objetivos de la transición es la lucha por la democracia liberal, por la libertad, por disipar el miedo. Sin embargo en los últimos años se ha impuesto de forma tenaz, con mano oculta o descarada, la inseguridad, el temor, el desprecio de los valores de la persona, de sus posibilidades reales. La política de recortes nos alejan del bienestar y se genera cada vez una mayor pobreza integral.
La idea fuerza de la transición fue legar a la juventud una sociedad democrática, más equitativa, sin desigualdades profundas e insuperables, en la que la juventud tuviera más y mejores posibilidades de realizarse. La transición sólo se ha logrado en parte, en algunos aspectos hemos retrocedido. El sector de los jóvenes es uno de los más afectados por el desarrollo del proyecto de la democracia y por la crisis. El 50 % de la juventud no encuentra trabajo y un porcentaje significativo no trabaja en aquello en lo que se ha profesionalizado.
Según los estudiosos, la causa principal de la abulia social y la delincuencia que afectan a los jóvenes es la falta de motivación para el progreso a través del trabajo. La falta de oportunidades para la juventud y una economía quebrada puede llevar a que el sector se vuelva más vulnerable. El paro no se puede corregir con más paro. No se puede combatir la falta de motivación social cortando las posibilidades de trabajo.
La mayor riqueza de un país no son sólo las materias primas, sino el talento de los ciudadanos. La inversión más barata es ela que se hace en educación. La base de todo progreso social y económico está estrechamente relacionada con un sistema de educación inicial y permanente adecuado a las necesidades sociales. Quizá ya hallamos superado el momento de educación igualitaria para todos; para conservarlo como piedra fundamental de la cohesión social, es necesario intentar una búsqueda de cerebros privilegiados para promocionarlos. El sistema actual de becas ha logrado superar muchas barreras, sin embargo no es lo suficientemente ágil para promocionar una educación más selectiva, más integral, sin olvidar el derecho a la igualdad. Muchos de los personajes que hoy figuran en el centro de referencia de las diversas disciplinas y actividades sociales se debe a que alguien en algún momento ha sabido impulsar las diversas capacidades de los individuos.
Según los estudiosos, la causa principal de la abulia social y la delincuencia que afectan a los jóvenes es la falta de motivación para el progreso a través del trabajo. La falta de oportunidades para la juventud y una economía quebrada puede llevar a que el sector se vuelva más vulnerable. El paro no se puede corregir con más paro. No se puede combatir la falta de motivación social cortando las posibilidades de trabajo.
La mayor riqueza de un país no son sólo las materias primas, sino el talento de los ciudadanos. La inversión más barata es ela que se hace en educación. La base de todo progreso social y económico está estrechamente relacionada con un sistema de educación inicial y permanente adecuado a las necesidades sociales. Quizá ya hallamos superado el momento de educación igualitaria para todos; para conservarlo como piedra fundamental de la cohesión social, es necesario intentar una búsqueda de cerebros privilegiados para promocionarlos. El sistema actual de becas ha logrado superar muchas barreras, sin embargo no es lo suficientemente ágil para promocionar una educación más selectiva, más integral, sin olvidar el derecho a la igualdad. Muchos de los personajes que hoy figuran en el centro de referencia de las diversas disciplinas y actividades sociales se debe a que alguien en algún momento ha sabido impulsar las diversas capacidades de los individuos.
