La iglesia insta a desobedecer la Ley sobre la Muerte Digna. Miedo me da. Esta instancia a la desobediencia me recuerda a un asunto muy turbio iniciado por aquel consejero de Sanidad -y después Transportes- de la Comunidad de Madrid. Con su cara de obispo; cura recalcitrante,Lamela armó la que armó con el Hospital de Leganés y con Luis Montes, no sin el beneplácito de la otra claro? Y menos mal que lo de Leganés sirvió para que despertásemos los dormidos en los laureles particulares de cada uno y se haya engrasado y arrancado un engranaje que hace mucho tiempo que ya estaba montado.
Pero? nunca es tarde, como tampoco es tarde para los que están al acecho de los nuevos nacimientos con el único objetivo de lastrarlos para que no sigan creciendo, o de eliminarlos si fuese posible. En este país de esto sabemos bastante, lo curioso es que, aparentemente, antes nos lastraba la derecha en cuanto a valores sociales y ahora nos lastra la izquierda en cuanto a valores económicos.
Esto de la CEE va un poco más lejos, la cuestión radica,creo, en el ansia de poder, de poder controlar al ser humano, hasta en ese espacio tan íntimo como es su lecho de enfermedad y muerte y aún en esa situación límite, fronteriza o de trascendencia buscar una rendijita para meter una cuñita publicitaria. Qué noxo.
Me imagino que ahora el proyecto de ley pasará al Parlamento y será sometido a debate para la posterior aprobación. Esperemos que tras un debate sosegado y científico, basado en lo leído, trabajado y experimentado, consigamos una digna Ley de Muerte Digna.
Esto de la CEE va un poco más lejos, la cuestión radica,creo, en el ansia de poder, de poder controlar al ser humano, hasta en ese espacio tan íntimo como es su lecho de enfermedad y muerte y aún en esa situación límite, fronteriza o de trascendencia buscar una rendijita para meter una cuñita publicitaria. Qué noxo.
Me imagino que ahora el proyecto de ley pasará al Parlamento y será sometido a debate para la posterior aprobación. Esperemos que tras un debate sosegado y científico, basado en lo leído, trabajado y experimentado, consigamos una digna Ley de Muerte Digna.
