no hay razones para la alegría en españa

España: más de cuatro millones de parados. Entre abril y junio de 2011 se tramitaron 16.464 desahucios. 160.000 familias españolas permanecen inmersas en procesos de ejecución hipotecaria. En miles de hogares ninguno de sus miembros trabaja o cobra algún tipo de prestación. Los comedores sociales están colapsados y las ONG carecen de recursos para atender necesidades básicas por culpa del empobrecimiento.
España: las condiciones laborales -para aquellos que todavía tienen un empleo- son cada vez más precarias, y se está retrocediendo muchos años en cuanto a protección legal al trabajador. Los pequeños empresarios están ahogados mientras son lícitas indemnizaciones millonarias para ciertos ejecutivos. Se entregan cantidades ingentes de dinero público a los bancos, los mismos que tuvieron una responsabilidad fundamental en la crisis que desangra a los españoles (no a todos).

España: la tortura y muerte de animales como negocio, espectáculo o deporte es lícita y recibe importantes subvenciones. Se incumplen sistemáticamente normas respecto al estado de los animales en los zoológicos o a su transporte en los destinados a convertirse en comida.

España: a la educación y a la sanidad públicas se les aplican cada vez más recortes. Se privatiza todo lo privatizable y hasta lo que no podría serlo nunca por constituir un servicio esencial.

¿Celebramos que ETA decida dejar de matar? Sí, porque el asesinato no puede ser argumento ni objetivo. Pero no hay razones para una alegría completa. El terrorismo sigue existiendo. Afortunadamente llega el final de una de sus manifestaciones. Pero lo cierto es que hay más formas de ser extorsionados o de que nos destrocen la vida.

Te puede interesar
Más en Cartas al director