Las elecciones autonómicas y locales han colocado al PSOE en una situación de debilidad histórica. La gestión llevada a cabo por el Gobierno de la nación a lo largo de varios años ha derivado en un descenso en popularidad de la marca del socialismo. Fruto de todo ello se ha desencadenado una crisis muy profunda en el seno de la familia socialista. El nuevo progresismo que desde el PSOE se impulsó ha caducado. Sin apenas nacer, ha visto como los votantes les han dado la espalda. La confianza en el socialismo está sepultada.
Todo ello es el factor determinante que ha derivado en navajeos, zancadillas y puñetazos al más alto nivel. Su líder Zapatero, se halla entretenido, desorientado, inmerso en los problemas de partido dando muestra de ser incapaz de calmar los tornados y el huracán socialista, dejando en segundo término los problemas que tiene este país. No podemos continuar por más tiempo con un equipo gubernamental sustentado por un partido dividido y alejado de sus verdaderas responsabilidades. Con unos ministros que no se encuentran a la altura de las circunstancias y por tanto su capacidad no alcanza lo mínimamente exigible. Reclamamos una moción de confianza y que se traduce en unas elecciones. Que hablen las urnas, que hablen los ciudadanos.
