A TAL SEÑOR, tAL HONOR

De pronto aparece por aquí el jeque de Qatar, y todo el mundo pierde el oremus para brindarle el oportuno rendivú al representante de San Petrodólar. Incluso nuestro monarca propone una alianza comercial de babucha y campanilla. Es interés de Expaña (así, con equis), sin duda. Da gusto ver a tan egregias familias posando para la posteridad.
Es que hay casos y casos, dónde vas a parar; por ejemplo, rechazar acudir a celebraciones festivas a Mallorca porque no da la 'real gana' -según diligente explicación de la Real Casa-, y otra cosa distinta calzarse el frac de los domingos para agasajar como Alá manda al jeque forrado hasta el turbante. Esto de la 'real gana' es añejo recurso borbónico muy usado por Carlos IV y Fernando VII de infausta memoria. Tal parece que falta el inmortal Goya para fijar con sus pinceles el regio encuentro entre la Familia y el jeque y su jequesa.

En cuanto a lo del 'interés nacional', habrá que ver en qué beneficia realmente a parados sin un euro, a hipotecados sin vivienda, a pensionistas congelados y funcionarios recortados, a sopitas de Cáritas y buscadores nocturnos de contenedores para llenar la andorga con ajenas sobras, amén de la masa trabajadora que acaba de sufrir el más brutal recorte de derechos sociales de las últimas décadas.

Aquí lo que cuenta es el designio de dejar a la Familia situada y con la caja llena, por si acaso un día los volubles españoles -¿aún quedan?- cambian de opinión. Por eso es menester llevarse bien con quienes puedan facilitar tan perdurables propósitos sin fecha de caducidad. Porque como dejo dicho Sartre 'todos los medios son buenos si son eficaces'. Pues eso.

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