TODO QUEDA POR DECIR

Hay cosas que no terminas de entender con la edad que tienes, nunca podrás llegar a entender por qué la gente se va sin tener tiempo para despedirse y por qué después de ese viaje nunca vuelve, y seguir esperando como pasan los días y ver que tú estás más cerca de poder volver a reencontrarte con esa gente.
Crees que tienes todo el tiempo del mundo por delante para decirle las cosas que quieras,todo lo que deseas y esperas, pero no sabes lo rápido que pueden pasar las agujas del reloj, que las horas, días, semanas, meses o años se pueden acabar siendo segundos en los que ves toda tu vida reflejada en tus ojos; que pasa por delante tan rápido que por mucho que intentes atraparla no das. Aunque el tiempo se pase tan deprisa tienes que buscar el momento más oportuno para poder hacer lo que quieras con quien quieras sin planteártelo tanto y comerte tanto la cabeza, porque cuando te hagan falta esas personas, igual ya no están. A veces todo puede ser un simple susto, pero te lleva a plantearte muchas cosas, aprender a decir todo lo que quieres y no guardarte nada para ti, que todo se pasa y las oportunidades se acaban; puedes acabar perdiéndolo todo con una mala acción. Cuando quieres decir las cosas que son importantes para ti, las piensas, las dices delante del espejo, aunque te sientas idiota, para a la hora de la verdad no fastidiarla y perderlo todo. Es como un discurso que tienes que decir delante de un grupo de personas en una obra de teatro. Antes de salir a escena practicas lo que vas a decir, te relajas y te preparas psicológicamente de que en unos minutos estarás delante de un montón de personas diciendo todo esto. En este caso delante de él. Cuando lo intentas decir todo delante de él, no te sale, te quedas en blanco y no sabes cómo actuar. Por muy preparadas que tengas las cosas, algo te va a hacer quedar la mente en blanco mirando al infinito.

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