voracidad recaudatoria

No me extraña que el Ayuntamiento tenga que recurrir por medio de sus agentes municipales a un pillaje inhumano, cuando veo que para adecentar nuestro más emblemático monumento 'a ponte de pedra' no duda en contratar los servicios de los arriesgados mozos, profesionales que se descuelgan en vertical para realizar su trabajo.
Claro está que la necesidad de la limpieza era evidente, pero antes de llegar a ese lamentable estado, se me ocurre a mí que con una periodicidad semestral o anual cualquier profesional de la jardinería o de los trabajos agrarios, que más de uno tendrá en nómina el Concello, podría muy bien con 'una fouce mangada', mantener durante bastante tiempo nuestro maravilloso puente, listo para posar ante las cámaras de los numerosos turistas que ante él se retratan.

De este modo y ahorrando un poco de aquí y de allá, quizás no tendríamos que presenciar escenas indignantes como la que he visto yo cuando la grúa municipal cargaba con la furgoneta de un operario de fontanería aparcada en la calle Avilés de Taramancos, que por supuesto no impedía en modo alguno la escasa circulación de la misma, saltándose a la torera la filosofía por la que se ponía en funcionamiento el siniestro vehículo.

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