El alcalde de Celanova retrasa el arreglo del parque infantil

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photo_camera Vista general del parque infantil de las Triguerizas, en Celanova.

El Concello tiene congelada desde el año 2014 una partida de 140.000 euros para realizar estas obras

El retraso que acumulan las obras de reforma del parque infantil de Celanova está generando una fuerte corriente de rechazo en amplios sectores de la villa. Denuncian el mal estado de esta instalación, su antigüedad, contraviniendo la normativa europea sobre este tipo de instalaciones, y el peligro que representa para los niños que las utilizan.

Pronto hará tres años que el grupo municipal del BNG planteó al Concello el arreglo del parque infantil de As Triguerizas. El portavoz de los nacionalistas celanovenses, Leopoldo Rodríguez, recuerda que se había realizado una recogida de firmas de vecinos reclamando el arreglo del parque, petición que el BNG trasladó infructuosamente al Ayuntamiento presidido por José Luis Ferro. Ante el retraso que sufría el proyecto, los grupos de la oposición, PSOE, BNG y Mixto, aprobaron en pleno destinar 140.000 euros a la reforma del parque infantil. La propuesta prosperó porque Ferro había perdido la mayoría absoluta de la Corporación, al darse de baja en el PP e incorporarse al grupo mixto la edil Montserrat Álvarez.

Sin embargo, dos años después, la obra sigue sin acometerse y el dinero continúa parado en el Concello, "e xa non sabemos si é por falta de ganas ou por incapacidade do alcalde, aínda que posiblemente sexa polas dúas cousas", asegura Leopoldo Rodríguez. El alcalde justificó inicialmente el retraso por la necesidad de un informe de Patrimonio, dada la proximidad del monasterio. En julio de 2015 argumentaba que las obras quedarían para septiembre, porque en verano el parque tenía mucho uso.

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No se volvió a saber nada del proyecto hasta el pasado mes de abril, cuando el Concello resolvió el concurso que había convocado para acometer estas obras, con un presupuesto de 141.000 euros, pero a estas alturas "todo sigue paralizado", señala el portavoz nacionalista. "Primeiro botábanlle a culpa a Patrimonio; despois a que querían poñer alí un parque biosaudable; despois, que si era inverno e había que agardar ó veran para facer as obras; chegado o verán, decían que o retrasan a setembro porque nesa tempo é moi utilizado, e xa non sabemos a qué ateñernos", dice Leopoldo Rodríguez, quien reprocha al gobierno municipal que "están aí para deixarse ir, cun desdén total polos veciños".

Oposición y vecinos reiteraron en numerosas ocasiones que estas obras son urgentes dada la peligrosidad que supone el estado actual del parque, con aparatos antiguos, separados por bancales, que los niños deben superar para ir de un juego a otro, y el suelo es de tierra. A mayores, la zona es utilizada con frecuencia para hacer 'botellones', por lo que "ó día seguinte os pais temos que ir quitando cascos de botellas e cristais para que os nenos non se corten", afirma Leopoldo Rodríguez, que tiene un niño de cinco años de edad.

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