O Castelo de Sande, la fortaleza del siglo XII y Bien de Interés Cultural (BIC) de Cartelle desde 1949, depende de una hiedra y de la voluntad de las administraciones para buscar una salida a su inminente riesgo de derrumbe. Así lo resumía ayer el portavoz socialista del municipio, Jesús Pereira, tras la interpelación de su compañera Noa Díaz en la Comisión de Cultura del Parlamento, donde esta acusó de “inacción absoluta” a las administraciones y a los propietarios de no atender los requisitos para frenar su deterioro. “Si a familia Reza non actúa, imos perder unha torre do século XII?”, dijo Díaz sin obtener una respuesta satisfactoria y reclamando una actitud “proactiva” y la reversión de la titularidad pública, propiedad que llegó a poner en duda, basándose en el artículo 33 de la Ley de Patrimonio Cultural.
La directora de Patrimonio Cultural, María Carmen Martínez Insua, fue la encargada de trasladar los pasos dados en este asunto y dijo que “a lei é moi clara e non se pode intervir de forma directa con fondos públicos en bens privados”, mostrando la disposición de la dirección xeral a facilitar “a asistencia técnica precisa”, si bien matizó que, hasta la fecha, no se ha recibido ninguna solicitud de mediación. En los últimos años, recordaba Martínez Insua, la dirección xeral ha notificado a la propiedad y al Concello la obligación de conservar el bien y la solicitud, a la familia, de un proyecto de conservación. Pero aludió a los 777 BIC y más de 77.0000 bienes catalogados en Galicia, para no hacer un seguimiento exhaustivo sobre lo requerido.
En el Concello de Cartelle, que en los últimos años ha tenido contactos con la familia y que en 2021 encargó un estudio para una primera intervención de consolidación, se sienten atados. “Non teño medios, nin creo que dependa de min. Encantaríame restaurar a torre, pero é propiedade privada”, dijo el alcalde, Jaime Sousa, quien se reunirá con el conselleiro de Cultura para buscar una solución y evitar la desaparición del BIC.
