La Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega ha homenajeado hoy en varias ciudades gallegas a Rosalía de Castro con motivo del 177 aniversario de su nacimiento, un día que aspira a institucionalizar como jornada de celebración en la literatura en la que regalar un libro y una flor.
En 2012, la asociación promovió en los ayuntamientos gallegos una moción para instaurar el 24 de febrero Día Rosalía de Castro, que fue aprobada en Allariz, Ames, Betanzos, Carballo, Carnota, Cedeira, Fisterra, Foz, Lalín, Lobeira, Muros, Narón, Ourense, Padrón, A Pobra do Brollón, Poio, Ponteareas, Pontedeume, Pontevedra, Porto do Son, Redondela, Rianxo, Riotorto, Rois, O Rosal, San Sadurniño, Santiago, Tui, Valdoviño, Vigo, Vilasantar y Xermade.
Para conmemorar esa fecha, organizó actos hoy y mañana como el programa graffiti en los centros educativos, lecturas de la obra rosaliana y otras actividades que contribuyan a impulsar la obra de Rosalía como símbolo colectivo.
"Hoy y siempre, Rosalía de Castro representa una herida abierta en la conciencia colectiva, un talento literario irreductible a fórmulas caducas y tópicos amables. Una voz que escribe para ser libre y consciente, aunque lastime y arañe, pues no quiere ser flor. Solitaria y solidaria. Mujer y gallega en un mundo gobernado por lobos que no ocultan el rostro de la barbarie, el fanatismo reaccionario", asegura la asociación.
En el manifiesto que se leerá mañana para celebrar este aniversario, la asociación aboga por no reducir el homenaje a un "canto fúnebre" pues ella es alguien que, si viviese en este siglo XXI, seguiría denunciando a todos aquellos que, bajo la máscara de la honradez, pretenden convertir la ley en atadura, el cuerpo en cárcel, la libertad en servidumbre".
"Es por eso que Rosalía de Castro sigue convocándonos, emocionándonos y transformándonos por dentro. Y no exige ritos de adoración. Simplemente, una lectura plural y sin ataduras".
Desde la Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega han proclamado que quieren a Rosalía "viva los trescientos sesenta y cinco días del año" en la calle y las escuelas, en aldeas y plazas, para herir con sus versos el silencio administrativo de los poderosos.
"Para que su voz ilumine nuestro futuro, alta y clara como murmullo y como aliento. Libre como siempre. Nuestra y de toda la ciudadanía consciente de sí misma", concluyen.
